No hay magia en la gestión del agua

Día y noche, los servicios del ciclo del agua urbana se mantienen casi mágicamente, sin que nadie se dé cuenta. Miles de kilómetros de redes de agua se extienden bajo nuestros municipios, conduciendo silenciosamente un elemento vital: el agua. Esta infraestructura esencial, junto con un equipo comprometido, funciona las 24 horas del día, los 365 días del año.

El Agua No Registrada es un enemigo contra el que el sector del agua lucha cada día

El Agua No Registrada es un enemigo contra el que el sector del agua lucha cada día / Aqualia

Cada mañana, mientras algunos vecinos terminan de ducharse, alguien ya se ha asegurado de que la presión en las redes sea correcta. En los colegios, los niños abren los grifos para lavarse las manos con agua que ha pasado por rigurosos controles de calidad en una planta de tratamiento. Mientras otros apuran su cepillado de dientes, los técnicos supervisan los sistemas de saneamiento encargados de recoger esas aguas vertidas. Apenas ha amanecido y los quehaceres cotidianos ya se han entrelazado con un ciclo vital que pocos notan, pero que nunca se detiene. Cuando cae la noche, el trabajo no cesa: un equipo inspecciona las tuberías en busca de posibles fugas.

“Solo pensamos en el agua cuando falta, pero el mejor indicador de que hacemos bien nuestro trabajo es que nadie hable de nosotros”, afirman desde Aqualia. Pocas personas reparan en los miles y miles de kilómetros de redes de abastecimiento y saneamiento, una infraestructura gracias a la que “por arte de magia” al abrir el grifo sale el agua. España cuenta con más de 460.000 km de red de suministro, suficiente para dar la vuelta a la Tierra por el Ecuador casi 12 veces. Sin embargo, un gran porcentaje de esas redes llevan en operación más de 40 años, aumentando la probabilidad de incidencias en las tuberías.

Las fugas son un problema grave en el abastecimiento mundial. Una simple fuga de 1 litro por segundo supondría perder en un solo día 86.400 litros de agua, equivalente a más de 500 bañeras domésticas. Estos escapes son parte del concepto Agua No Registrada (ANR), que abarca el agua perdida debido a fugas, roturas, fallos en la lectura de los contadores, fraudes y consumos no autorizados. En España, el 26 % del agua suministrada en 2022 no fue registrada, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es decir, quedaron sin medir 1.101 hm³, un volumen suficiente para abastecer durante más de dos años a una ciudad como Madrid.

Desde los COI (Centro de Operaciones Integrado), Aqualia controla la red de agua en sus municipios

Desde los COI (Centro de Operaciones Integrado), Aqualia controla la red de agua en sus municipios / Aqualia

El agua: un elemento esencial que no debemos perder

El ANR es un enemigo contra el que el sector del agua lucha cada día, y con este propósito trabajan intensamente operadores como Aqualia. Las fugas se combaten en equipo: por un lado, a través de un sistema digitalizado, y por otro, a pie de calle.

El trabajo arranca desde los puestos de telecontrol de Aqualia, donde responsables y técnicos controlan que todo el sistema de un municipio funcione correctamente. Aquí, a través de pantallas, controlan lo que ocurre en los kilómetros de tuberías bajo el suelo, monitorizados gracias a los sectores de control. Los dispositivos que monitorizan estos sectores ofrecen información continua del caudal y las presiones, alertando sobre cualquier anomalía.

Las tecnologías avanzadas indican en qué zona hay una fuga de agua, acotándola a dos o tres calles. Una vez definido este perímetro, entra en acción el operario buscafugas, encargado de localizar el punto exacto. La fuga se localiza a través del ruido, ya que la pérdida de agua en el subsuelo emite vibraciones características.

Tradicionalmente, estos especialistas actuaban de noche, cuando menos ruido hay en las calles y el consumo de agua es mínimo. Equipados con instrumentos que captan y amplifican el sonido del subsuelo, los técnicos rastreaban las calles. Poco a poco, los nuevos sistemas de localización remota de fugas mediante sensores están reduciendo el plazo desde la detección hasta la localización automática en las oficinas de la compañía sobre un mapa georreferenciado.

Escuchando los latidos subterráneos del agua, los técnicos recorren las calles hasta localizar el punto exacto. Bingo. Una vez localizada la fuga, el operario genera una orden de trabajo a través de Aqualia Live, la aplicación digital de gestión de la compañía, para que sus compañeros la reparen: ahora toca abrir, sellar y volver a tapar.

Máxima eficiencia a través de la tecnología y la digitalización

La innovación y la tecnología se abren paso en la monitorización de las tuberías. Antes se actuaba de forma correctiva, cuando ya había ocurrido el problema. Ahora, gracias a los sensores, se pueden predecir y evitar averías, lo que ahorra agua. El control de pérdidas de agua es cada vez mayor gracias a la tecnología, pero es complicado mejorar sin una mayor inversión en la renovación de una red cada vez más antigua.

La Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) cifró en 350 millones anuales la inversión necesaria para hacer frente a las pérdidas reales de agua en las redes de abastecimiento en España. El porcentaje de renovación de estas redes alcanza tan solo el 0,2 %, muy por debajo del 2 % ideal para el mantenimiento de las infraestructuras.

En el último Informe de SEOPAN, ‘Análisis de la inversión en infraestructuras prioritarias en España’, se refleja que España es el país europeo que menos está invirtiendo en la red en el periodo 2014-2027 (0,14 % frente a una media en Europa de 0,32 %).

La tecnología permite predecir y evitar las pérdidas de agua, lo que redunda en un importante ahorro del recurso

La tecnología permite predecir y evitar las pérdidas de agua, lo que redunda en un importante ahorro del recurso / Aqualia

Un paso más en tecnología e innovación

En Novelda, Aqualia está desarrollando una prueba piloto para emplear la Inteligencia Artificial (IA) para detectar escapes de agua. Gracias a ello se están implementando prelocalizadores capaces de registrar los sonidos en la red de tuberías y detectar patrones acústicos. Equipados con sensores de alta sensibilidad y tecnología de correlación avanzada, los dispositivos identifican fugas incluso en etapas muy tempranas, haciendo posible intervenir rápidamente para minimizar pérdidas y costes de reparación. Los operadores pueden visualizar los datos en mapas interactivos, recibir alertas y planificar intervenciones.

El precedente de uso de IA en Dénia parece augurar un buen resultado. Esta localidad fue una de las dos primeras en España en las que Aqualia y la compañía tecnológica SDG implantaron un proyecto piloto para gestionar la información generada por los medidores inteligentes en tiempo real y tener un control total de la red de abastecimiento. El proyecto reportó importantes ahorros de costes al ser capaz de adelantarse a fugas o averías, además de mejorar el rendimiento hidráulico entorno a un 5% y 8% en los municipios. En Dénia, por otro lado, se está llevando a cabo durante los últimos años la modernización de la infraestructura de suministro de agua.

El contexto climático de la Comunidad Valenciana -periodos muy cálidos y de sequía- lleva a intensificar también la apuesta por las fuentes alternativas de agua. En este sentido, Aqualia ejecutó el año pasado la renovación de un bastidor de ósmosis inversa de la estación desaladora Racons (en Dénia). La renovación de la estructura, sus membranas y equipos mejoraron la toma de datos y la operatividad de la planta, asegurando un suministro continuo y de calidad para la población. Los cuatro bastidores son capaces de producir un total de 20.000 metros cúbicos al día. La localidad también ha sido lugar de prueba del proyecto europeo Sea4Value durante los últimos cuatro años. Su objetivo ha sido desarrollar una serie de tecnologías innovadoras para transformar la salmuera fruto de la desalación en una fuente de minerales y metales con posibilidad de aplicaciones tecnológicas e industriales. Con el mismo propósito de aprovechar al máximo los recursos hídricos alternativos ha comenzado el nuevo proyecto Life Salteau.

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