Tendencias de consumo
Ocho de cada 10 jóvenes compran y venden a través del móvil: "Mi teléfono parece el gran bazar"
El 45,3% de los jóvenes de entre 16 y 24 años utilizan plataformas de segunda mano, frente al 20% de mayores de 65 años
Educadores y psicólogos alertan de la importancia de educar en el consumo responsable

Daniela, usuaria de Vinted. / Victoria Rovira
Antonio Gallardo
Jan, de 18, años, ha puesto a la venta la mitad de los regalos que ha recibido en su cumpleaños para comprarse, en una web de imitaciones, las bambas y el chándal que en realidad quería. Pau, de 17, también vendió en Wallapop su vieja Play para abonar la segunda multa del Bicing que recibe en un año. Y Valentina, de 13, quiere deshacerse, por la misma vía, de su colección de Funkos (muñecos pop que evocan a personalidades o personajes) para comprarse más ropa o quizá, dice, un tocador.
Las plataformas de segunda mano como Wallapop (para artículos en general) y Vinted (especializada en ropa), junto con espacios como Facebook Marketplace y apps especializadas, llevan años echando humo, pero seguramente ha sido la nueva generación de adolescentes y jóvenes adultos quienes las han abrazado con especial furor como forma de acceder a dinero rápido o a artículos más económicos. ¿Que quiero deshacerme de ropa y ganar un dinero? Foto y subida al teléfono. ¿Que necesito un poco de liquidez? Echo un vistazo a mi alrededor y a ver qué encuentro. ¿Bambas? ¿Camisetas de fútbol? ¿Móviles viejos? "Sí, mi madre me dice que mi teléfono parece el gran bazar", explica Jan. De hecho, el 82,6 % de los jóvenes de entre 16 y 24 años utilizan el smartphone para el mercadeo 'online'.
Particulares
Aunque en plataformas como Vinted están los usuarios 'pro' (vendedores profesionales), la gran mayoría de internautas compran a particulares y venden prendas de su propio armario. Es, por ejemplo, el caso de Daniela, de 22 años, que lleva cinco comprando y vendiendo artículos de segunda mano. “Empecé a vender por la aplicación gracias a mi hermana mayor. Encontré que era una forma rápida y sencilla de deshacerse de la ropa que ya no quería y, a la vez, ganar dinero”, explica. Ella vende más que compra y el principal motivo es el bolsillo. “Cuando quiero un producto que está agotado en tiendas o de un precio muy elevado, lo adquiero por Vinted de segunda mano a un coste mucho más asequible”.
De hecho, a pesar de que los Marketplace –espacios donde convergen negocios 'online'– y las tiendas digitales independientes constituyen las principales plataformas donde se compra en línea, en España el 32,3% de las personas que compran 'online' son también usuarios de las plataformas de compraventa entre particulares. Y los jóvenes son los más activos. Según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) recogidos a través de encuestas en 2023, el 45,3% de los jóvenes de entre 16 y 24 años y el 46,7% de los estudiantes utilizan plataformas de segunda mano, ante el 20,4% de personas mayores de 65 años.
Tras estos años de rodaje, todos los chavales que participan en este reportaje tienen claro el 'modus operandi': no hay horarios preferentes para subir un artículo y que la demanda se dispare, sino que el éxito pasa por las leyes del márketing. “Si haces unas buenas fotos de tu producto, detallas con exactitud su estado y transmites confianza en la descripción, recibirás más ofertas por él”, afirma Jan.
Del precio al medioambiente
Sobra decir que el dispositivo rey es el 'smartphone'. “Siempre accedo a Vinted y navego desde el móvil porque me resulta mucho más cómodo a la hora de escribir y también porque realizo las fotos con el propio teléfono”, explica Daniela, quien apunta a que el algoritmo de Vinted "no está totalmente personalizado" pero sí "se ajusta bastante a lo que te suele gustar y a lo que acostumbras a buscar más”.
El factor principal que impulsa la compraventa digital entre individuos es el precio (56,5%), seguido de la comodidad (35,4%), la consulta de opiniones de otros usuarios (32,9%), la oportunidad de vender (31,9%), la amplia variedad de productos y marcas disponibles (30,5%) y la sostenibilidad medioambiental (25,1%). El factor ambiental tampoco es la principal razón que esgrimen los chavales que participan en esta pieza, pero el argumento del reciclaje y el dar una segunda vida a los productos también está ahí. “Creo que en lugar de rechazar el comercio 'online', es mejor fomentar la reutilización de productos y apoyar a plataformas que promuevan la economía circular en vez de comprar siempre artículos nuevos y luego tirar la ropa”, afirma Daniela.
"Cada vez se utiliza más el acto de consumo como acción de contenido cívico y social”, apunta Gaspar Brandle, profesor de sociología en la Universidad de Murcia y especialista en investigación social aplicada y análisis de datos. "El comercio o economía circular a partir del auge de la segunda mano a través de aplicaciones como Vinted o Wallapop –asegura– es una tendencia positiva que debería colaborar a controlar en cierta medida los excesos medioambientales de un consumo exacerbado y poco sostenible”.
Consumo responsable
Uno de los desafíos que implica poder comprar y vender sin salir de casa ni dejar el móvil es una educación en el consumo responsable que evite la compra compulsiva y la cultura del usar y tirar. "Es normal que los chavales compran y vendan a través del móvil y es positivo que utilicen plataformas de segunda mano, pero debemos evitar que eso implique comprar de forma caprichosa y al tuntún con la excusa de que luego siempre puedes tirar de Wallapop", apunta Jordi Martín, profesor de secundaria y padre de dos adolescentes.
Más allá de eso, los psicólogos sí advierten de que los chavales con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) con rasgos impulsivos podrían ser más propensos a comprar de forma compulsiva. “Con la compra 'online', el riesgo puede ser más elevado, ya que se eliminan mediadores y obstáculos”, explica el psicólogo Isaac Casas.
La compra física tradicional implica un proceso más largo desde que se sale de casa hasta que se llega al comercio y se interactúa con el vendedor. "Entre la necesidad impulsiva o alimentada por emociones de compra y el momento de ejecutar hay mucho menos tiempo y este recorte temporal propicia la impulsividad”, explica el experto.
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