Familias

Las mujeres encabezan ocho de cada 10 hogares monoparentales

La maternidad en solitario es una opción cada vez más elegida pero todavía tiene muchas barreras

Mariona Martínez Moyano (Verificat)

La sociedad cada vez es más diversa y también lo son las familias que la forman. La idea tradicional de familia se ha ido desdibujando a lo largo de los años y algunas otras han ganado terreno en los hogares tanto españoles como alrededor del mundo. Un ejemplo son las familias encabezadas por mujeres solteras.

En España, al inicio de la democracia, eran muy pocas las mujeres que tenían hijos sin estar casadas: en 1975, solo un 2% de los bebés nacían fuera del matrimonio, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Nada más lejos de la realidad actual, ya que en 2023 esta cifra alcanzó el 50%, no solo por un aumento de las madres solteras, sino también porque a nivel social se ha separado la reproducción del matrimonio, según apunta un estudio del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Ya hay cerca de dos millones de hogares monoparentales (formados por un único progenitor con hijos) en España y, de éstos, ocho de cada 10 están encabezados por mujeres, según las últimas cifras del INE de 2020. En estos hogares llevados por divorciadas, viudas o solteras, estas últimas representan un 16% del total. Aunque no sabemos cuántas de ellas son madres solteras por elección propia, lo cierto es que, en los últimos años, se ha notado un aumento de las mujeres que toman esta decisión.

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Según el CSIC, en 2016 en España ya había un porcentaje destacable de nacimientos de madres que no conviven con una pareja: suponían un 33% de los nacimientos fuera del matrimonio y el 15% del total de nacimientos. Esta cifra se duplicó respecto a 2007, en que estos a penas eran el 7% de los bebés.

Además, el número de mujeres que decidieron someterse a tratamientos de fertilidad en solitario se duplicaron entre los años 2016 y 2020: pasaron de representar el 4,4% de los ciclos de Fecundación In Vitro (FIV) al 8%, de acuerdo con las estadísticas de la Sociedad Española de Fertilidad. Una tendencia que volvió a disminuir con la pandemia del covid-19. 

A nivel global, la mitad de las mujeres que solicitaron esperma de donante para tratamientos de reproducción asistida en 2021 eran mujeres sin pareja, según datos de Cryos International, uno de los bancos de esperma más grandes del mundo. La gran mayoría de ellas (el 78%) tenían entre 36 y 45 años, edad en que la fertilidad de las mujeres se reduce drásticamente.

Las barreras

A pesar del aumento de mujeres que desean ser madres en solitario, las que deciden intentarlo todavía hoy se encuentran con muchos impedimentos. Por ejemplo, de los 422 centros de reproducción asistida que operan actualmente en España, solo 133 son públicos. 

Por otra parte, la Seguridad Social no cubre tratamientos de fertilidad a todas las mujeres que quieran ser madres solteras. Las que quieran acceder a la reproducción asistida pública deben tener menos de 38 o 40 años (dependiendo del tratamiento), según la normativa estatal que se aplica en la mayoría de las comunidades autónomas. Tampoco podrán acceder mujeres que ya tengan hijos, aunque en Madrid se permite hasta los 45 años e incluso existiendo un hijo previo. 

Los intentos de embarazo en la sanidad pública tampoco son ilimitados. El estado permite tres oportunidades mediante la fecundación in vitro y seis por inseminación artificial con esperma de donante. Estos límites obligan a muchas mujeres a optar por las clínicas privadas que, a su vez, no todas se pueden permitir, ya que el precio de los tratamientos puede oscilar entre los 700 y los 10.000 euros.

Además, las madres solteras enfrentan riesgos de pobreza muy superiores a la media, según la ONU. En muchos casos, dependen de sus familias tanto para recibir apoyo económico como para el cuidado de sus hijos. De hecho, un informe de la Federación de Asociaciones de Familias Monomarentales asegura que el 52,7% de los hogares monomarentales están en riesgo de pobreza y exclusión social, frente al 28,5% de las familias biparentales.

Las ayudas

En este sentido, en España existen algunas ayudas para las familias monoparentales. Por ejemplo, para aquellas que perciban el ingreso mínimo vital, la cantidad que reciben aumenta si tienen hijos a cargo. Desde 1.001,4 euros por tener un hijo a cargo a 1.594,33 por tener 4 o más.

Aparte de las ayudas económicas, el incremento de las familias formadas por madres solteras ha impulsado un aumento de sus derechos. En 2024, el Tribunal Supremo reconoció el derecho de las familias monoparentales a sumar a su permiso de maternidad las semanas que hubieran correspondido al otro progenitor. Se pasó así de un permiso de 16 semanas a uno de 26. 

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