Galardón

Byung-Chul Han, el pensador pop de la era digital, Premio Princesa de Asturias de Humanidades

El surcoreano, autor de bestsellers como "La sociedad del cansancio", ha desarrollado desde Alemania una obra muy crítica con la pérdida de valores del capitalismo tecnológico y la sociedad de la felicidad y el esfuerzo permanente

Byung-Chul Han, el pensador superventas de la era digital, premio "Princesa" de Comunicación y Humanidades

Fundación Princesa de Asturias

Chus Neira

Oviedo

El jurado del premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades reunido en Oviedo acaba de conceder el galardón de 2025 al pensador surcoreano, afincado en Alemania, Byung-Chul Han (Seúl, 64 años). Han es el filósofo contemporáneo más leído en todo el mundo, autor de superventas como "La sociedad del cansancio" (2010) y, al tiempo, muy crítico con la sociedad del capitalismo digital.

El fallo destaca que Han está considerado un sucesor aventajado de filósofos como Barthes o Peter Sloterdijk. Taciana Fisac, que ha formado parte del jurado y que es catedrática de Estudios en Asia Oriental en la Universidad Autónoma de Madrid, se detuvo esta mañana en la capacidad del pensador surcoreano para "responder a muchas preguntas de nuestro tiempo" y en su singularidad de tender "un puente entre Asia y Europa". "No es un pensador que busque dar teorías universales o globales, sino que trata de analizar problemas muy concretos que afectan a las personas en este mundo tecnológico y digitalizado, en cualquier lugar", explicó, añadiendo luego que "es un autor que mucha gente ya sigue: es conocido, tiene un lenguaje fácil, sencillo, aunque a veces tiene reminiscencias de la tradición y la sabiduría orientales, donde no se dan respuestas definitivas, sino que se exponen problemas y se ahonda en cuestiones que muchas veces la gente no ve directamente".

Ensayista con una base muy sólida alimentada en la escuela de Heidegger y apoyado después en una relectura de la dialéctica hegeliana, sus trabajos, escritos en alemán, han tenido la virtud de los grandes filósofos de conectar con la sociedad contemporánea y de presentar sus reflexiones a la manera propia del tiempo que le ha tocado vivir. Porque aunque Han denuncia la sociedad del "like" y del "yes we can" por el agotamiento y la insatisfacción permanente a la que lleva esta suerte de autoexplotación del individuo, también ha sabido comunicarse con esos mismos ciudadanos a través de la frase corta y la reflexión alejada de densos y extensos razonamientos. En general, sus publicaciones, trabajos como "La agonía del Eros" (2012), "La sociedad de la transparencia" (2012) o "La salvación de lo bello" (2015) son textos a caballo entre el ensayo y el manifiesto, por lo general libritos de menos de cien páginas que han logrado un éxito inesperado y en los que enfrenta al lector a un diálogo razonado, muy claro.

Óscar Loureda, catedrático de Lingüística Española, Comunicación y Traducción de la Universidad de Heidelberg, en Alemania, y secretario del jurado que ha otorgado el premio a Han, indicó que con él se “unen las tradiciones de Oriente y Occidente, el pensamiento y la divulgación”. “Es un gran premio y, por supuesto, un mensaje a todos aquellos jóvenes que intentan acercarse a un pensamiento moderno y claro, que les ayudará a humanizarse en muchos sentidos”, añadió. El valor fundamental de Han, concreto Loureda, es haber realizado “un análisis muy bueno sobre la esencia del individuo, la base permanente de nuestra humanidad y cómo podemos aprender de ello para no quedarnos aislados en sociedades como las actuales, que nos llevan al aislamiento a través de la digitalización”. 

Al nuevo premio "Princesa" Byung-Chul Han se le considera pensador alemán, pues ha escrito en esa lengua y reside en el país europeo, pero su nacimiento, en 1959, fue en Corea del Sur. Se formó en el trabajo con el metal para satisfacer a sus padres en los estudios encaminados a la práctica de un oficio, pero con 22 años se mudó a Alemania y comenzó su formación filosófica. Especializado en Heidegger, en 1994 se doctoró por la Universidad de Friburgo y se incorporó como profesor en la Universidad de las Artes de Berlín. Allí impartió cursos de fenomenología, estética y religión y en la actualidad sigue ofreciendo esporádicamente algunas lecciones. Ha publicado de forma constante durante los últimos veinte años, impulsado por una demanda creciente de sus libros y por una producción lenta, pero segura (hace dos años explicaba en una entrevista que no solía escribir más de tres frases al día).

Miguel Falomir, el director del Museo Nacional del Prado, que ha presidido el jurado de este premio “Princesa de Asturias” de Comunicación y Humanidades, reparaba esta mañana en que el acta del fallo “subraya más la condición de pensador que de filósofo” de Byung-Chul Han. “Cuando pensamos en un filósofo pensamos más en la tradición occidental, y él se aleja de eso, o por lo menos de lo que ha sido la tradición filosófica imperante en las últimas centurias, incluso el planteamiento y la forma de los escritos: si buscamos antecedentes en el mundo occidental hay que ir al diálogo mayéutico de los socráticos”, expuso Falomir. “Es alguien que se ocupa de cuestiones muy actuales, que presenta de una forma alternativa a esta polarización que existe entre ambos lados del Atlántico, nacido en Corea del Sur y formado en Alemania, en un momento en el que Corea del Sur se estaba convirtiendo en uno de los grandes motores de un cierto tipo de cultura popular, que Han aborda en sus escritos”, agregó. 

Pese a que el mundo académico mantiene una posición de cierto recelo ante la trayectoria de Byung-Chul Han, su obra han tenido un impacto muy grande, en especial en determinados mercados, como el del español y el chino. Libros como "La sociedad del cansancio" han sido traducidos a más de 35 idiomas y han vendido más de cien mil ejemplares en Latinoamérica, España, Corea e Italia, al tiempo que ha generado infinidad de vídeos relacionados con sus teorías en esos canales cuyo uso intensivo él mismo critica, como Tik Tok o YouTube.

Pese al corpus principal de los ensayos de Han, en su último libro, "El espíritu de la esperanza" (2024), el filósofo parece haber iniciado una nueva etapa no tan enfocada al diagnóstico crítico de la sociedad contemporánea como a identificar futuros más luminosos. Su editor en España (Herder) lo resume con estas palabras "De la desesperación más profunda nace también la esperanza más íntima. Tras sus famosos ensayos de crítica negativa del régimen neoliberal, en esta nueva obra Byung-Chul Han emprende no ya un viraje, sino una verdadera superación hacia una alentadora visión del hombre. En el espíritu humano anida la capacidad de hacer fecundo lo más yermo. Precisamente en los escenarios más desoladores el espíritu es capaz de remover ese viento que nos trae aires de esperanza".

El jurado del premio "Princesa de Asturias" de Comunicación y Humanidades ha estado presidido por Miguel Falomir, e integrado por Irene Cano, Victoria Cirlot, Estrella de Diego, Taciana Fisac, Santiago González Suárez, Álex Grijelmo, Alma Guillermoprieto, Miguel Ángel Liso, Catalina Luca de Tena, Cristina de Middel, Miguel Ángel Oliver, Carmen Riera, Diana Sorensen y Óscar Loureda. La candidatura de Byung-Chul Han ha sido propuesta por el periodista Antonio Lucas, según informó este miércoles la Fundación Princesa de Asturias. Su nombre ya había figurado entre las candidaturas finalistas en anteriores ediciones de los premios.

En su fallo, el jurado destaca sus reflexiones sobre la «sociedad del cansancio» (Müdigkeitsgesellschaft) y la «sociedad de la transparencia> (Transparenzgesellschaft). También citan el concepto de Shanzhai, "un neologismo con el que Han identifica los modos de la deconstrucción en las prácticas contemporáneas del capitalismo chino". "Muy crítico con el neoliberalismo", añaden, "para Han vivimos en la edad de los trastornos neuronales (depresión, síndrome de fatiga crónica, de déficit de atención, hiperactividad...) causados por un exceso de positividad en una sociedad que ha abandonado la reflexión, el retiro, la meditación y que, por tanto, no valora la individualidad". El filósofo defiende, concluyen, "que se trata de una sociedad cada vez más dominada por el narcisismo y enferma de pérdida del deseo, en la que nos volvemos progresivamente incapaces de relacionarnos con los demás e insiste en la necesidad de recobrar la capacidad de poder decir que no, que no todo es posible, que no todo se puede hacer, que ni siquiera se debe poder intentar".

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