La revolución de las piedras y el cristal: la esencia de la tierra tiene forma de joya

En la encrucijada entre lo artesanal y lo contemporáneo, la joyería valenciana ha encontrado un lenguaje propio que combina tradición, diseño y un fuerte vínculo con el paisaje y la luz del Mediterráneo. Cuatro firmas —Rocío Jewels, Boira Glass, Simuero y Sure Jewels— están redefiniendo el sector a fuego lento, con piezas que dialogan con la tierra, el mar y el tiempo. Un tiempo que avanza despacio, al mismo ritmo con el que se crean estos complementos: con materiales de siempre, pero usados como nunca.

El vidrio se ha integrado en las colecciones como un elemento más, otrora denostado y ahora convertido en un soplo de aire fresco en anillos, pendientes y collares. Las piedras semipreciosas, siempre presentes de una u otra forma, cobran ahora un nuevo protagonismo. Ya no son simples decoraciones, sino el eje mismo de las creaciones, en una apuesta por la imperfección, la sostenibilidad y la conexión con la tierra.

En su tienda-taller de la calle de les Danses de València, en pleno barrio del Carmen, Rocío Jewels ha hecho de su marca una filosofía de trabajo. Es la máxima expresión de una elegancia silenciosa y discreta, con sello propio, basada en la sostenibilidad. Sus piezas, elaboradas con materiales reutilizados, otorgan a las irregularidades una personalidad única. Su producción es pequeña y controlada, con colecciones que lanza poco a poco, a un ritmo consciente. En la más reciente, ha trabajado con borosilicato, un tipo de vidrio con el que ha creado collares y pendientes con 'charms' inspirados en huracanes y remolinos, formas que evocan “el fluir natural de la vida”, como describe la propia diseñadora.

Un juego de luz y reflejos

Ese mismo fluir se percibe también en las piezas de Boira Glass, la marca bajo la que trabaja Covadonga Ferrer. Desde su taller en Catarroja —gravemente afectado por la dana de 2024— ha logrado hacerse un nombre apostando por completo por el vidrio. Su lenguaje estético se basa en piezas de gran tamaño, de formas llamativas que no pasan desapercibidas y que juegan con la luz a través de reflejos y transparencias. En sus dos colecciones, ha creado anillos que parecen flores, gotas de agua o corales marinos, en vidrio transparente o combinaciones de color explosivas.

De lo familiar al gran público

Sin salir de l’Horta Sud, el histórico taller Emilio Rotglà, en Alfafar, lanzó Sure Jewels, el brazo más comercial de la casa, adaptado a las tendencias actuales. La marca apuesta por democratizar la joyería de calidad, manteniendo el diseño digital y la fabricación local como base. Su propuesta conecta con la dimensión ritual del adorno, integrando piedras semipreciosas no como elementos decorativos, sino como cargas simbólicas y energéticas. Lapislázulis, amatistas y labradoritas se convierten en talismanes contemporáneos que, según la firma, “protegen, acompañan y empoderan”.

La naturaleza como guía

Cuando Rocío Gallardo y Jorge Ros crearon Simuero, lo hicieron con un propósito claro: ser fieles a la naturaleza, a sus formas y materiales. El resultado es un universo propio donde se mezclan lo geológico, lo mitológico y lo botánico. Todo está hecho a mano, con las imperfecciones que eso implica, y que dotan a cada joya de autenticidad. Ninguna pieza es igual que la anterior. “Abrazamos la libertad de diseñar y crear a nuestro propio ritmo, guiados por la intuición”, explican los fundadores. Esa filosofía se traduce también en su colección 'Birthstones', basada en piedras vinculadas a los meses del año según la tradición mitológica: amatista para febrero, ágata para agosto o el zafiro amarillo para noviembre.

El consumo exigente y hecho para sí mismo

En un momento en el que los consumidores buscan piezas especiales, hechas a medida y con alma, la joyería valenciana ha sabido adaptarse a esta demanda. Tanto Rocío Jewels como Boira Glass, Sure Jewels y Simuero se dirigen a un público que huye de la industrialización, y que valora la personalidad, la sensibilidad, el respeto por los materiales y el proceso artesanal, por lo que todas han habilitado líneas concretas para personalizar joyas o hacerlas a medida.

Estas marcas representan la nueva generación de joyeros valencianos que han captado la esencia mediterránea y la han plasmado en creaciones llenas de identidad y de memoria cultural valenciana.

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