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Protección de la fauna

Las poblaciones de lince ibérico de España y Portugal rompen su aislamiento y logran conectarse

El éxito llega en un momento en el que la Unión Europea se plantea poner fin al proyecto 'LIFE' de conservación

Un lince liberado en el Monte del Milhouro, en Mértola (archivo).

Un lince liberado en el Monte del Milhouro, en Mértola (archivo). / NUNO VEIGA / EFE

Guillem Costa

Mértola (Portugal)

Cuando José Osório abre las contraventanas de la habitación, la luz de primera hora inunda la estancia y reluce sobre los ocho pares de cuernos de ciervo y gamo que decoran la pared. Sobre unos de los cuernos, llama la atención una bufanda del Benfica que el hombre colocó para que nadie dudara de su sentimiento futbolístico. La cantidad de trofeos de caza evidencia la importancia de la Herdade das Romeiras, cerca de Mértola (Portugal). Los biólogos a menudo la llaman el 'Serengeti portugués', por la abundancia de fauna: en esta zona conviven ungulados, conejos, perdices, gangas ortegas y, desde 2014, linces ibéricos.

"Al principio no lo veíamos claro, pero negociamos algunas contrapartidas, dimos el paso y ahora podemos decir que fuimos testigos de la primera reintroducción de linces ibéricos en el país", cuenta Osório, aún lleno de orgullo. Hace tiempo que está jubilado, pero sigue siendo exigente con los responsables del proyecto 'LIFE Lynxconnect', un programa europeo –el tercero consecutivo centrado en este felino– diseñado para conectar poblaciones dispersas del animal.

Lo que sucede en el valle del Guadiana, entre España y Portugal, se replica en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia

Vista de la finca de las Romeiras, en Mértola (Portugal)

Vista de la finca de las Romeiras, llamada el 'Serengueti portugués' en Mértola (Portugal) / El Periódico

"Hay que vigilar porque últimamente las perdices escasean", se queja Osório. Pedro Sarmento, del Instituto de Conservación de Naturaleza y Flora (ICNF), le responde de inmediato y dialoga con él para limar diferencias y encontrar puntos de acuerdo.

"Los animales se expandieron hacia el sur de forma natural y se optó por realizar nuevas introducciones para mejorar su variedad genética"

João Alves

— Responsable 'LIFE Lynxconnect' en Portugal

Minutos después, ambos suben a la furgoneta que recorrerá esta especie de ‘sabana’ lusa. Un buitre negro sobrevuela el paisaje y, enseguida, los gamos aparecen dando saltos. Sarmento decide detener la furgoneta en un punto clave. "Aquí suele haber un par de ejemplares", justifica. La expedición sale del vehículo y empieza a avanzar en silencio, hasta que sucede lo inesperado: un lince ibérico irrumpe entre los matorrales, se muestra durante varios segundos y desaparece de nuevo en la vegetación. "Es una suerte poderlos verlos así porque son esquivos y, aunque sepas que están, se dejan ver en pocas ocasiones, es una lotería", afirma, para dar valor al avistamiento.

27/09/2019 Ejemplar de lince ibérico
SOCIEDAD
WWF

27/09/2019 Ejemplar de lince ibérico SOCIEDAD WWF / WWF / Europa Press

Planes conjuntos

Lo que sucede en el valle del Guadiana, entre España y Portugal, se replica en Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia. Después de que el lince ibérico se salvara de la extinción y luego saliera de la uci, ahora el reto es unir poblaciones dispersas. En Portugal, se trata de conectar el área de Mértola (Bajo Alentejo) y alrededores (aquí fue liberado 'Litio', el lince que en 2018 llegó hasta Santa Coloma de Cervelló) con el norte del Algarve.

Esta última región fue escogida libremente por los linces para vivir en ella en 2019. "Los animales se expandieron de norte a sur de forma natural y, a partir de este suceso, se optó por realizar nuevas introducciones para mejorar la variedad genética de la especie", recuerda João Alves, responsable del programa 'LIFE' actual en la zona.

Unos cuernos, con la bufanda del Benfica encima.

Unos cuernos, con la bufanda del Benfica encima. / El Periódico

A finales de verano, el proyecto está a punto de llegar a su fin y se puede afirmar que ha tenido éxito. El próximo reto tal vez será conquistar nuevos territorios, sin dejar de reforzar las poblaciones ya consolidadas. Aragón, Madrid y Catalunya son las tres que se interesaron por estos planes, pero ninguna de las tres autonomías ha llegado a arrancar. Catalunya defendió reintroducir al felino, pero los agricultores pactaron con el Govern suspender el plan.

El gran obstáculo para que seguir dando pasos (la gran meta es conseguir que el estado de conservación sea declarado 'favorable') es la posible falta de fondos europeos. El borrador de presupuestos de la Unión Europea para 2028 propone finalizar los programas medioambientales LIFE. En más de 30 años de vida, estos planes han permitido financiar más de 6.000 proyectos en Europa, entre ellos los de recuperación del lince ibérico y el oso pardo. Alves admite que sin el apoyo de un 'LIFE' es mucho más difícil obtener presupuesto y llevar a cabo acciones potentes para que las comunidades acepten el lince y se lo sientan suyo.

Negociación constante

La clave para conquistar nuevos territorios es persuadir a los habitantes de las áreas seleccionadas. Un buen ejemplo de ello son las negociaciones constantes con los cazadores. Cuando un gran hacendado de referencia acepta la presencia del lince, ello sirve de ejemplo para otras zonas. "El lince desplaza el zorro y la densidad de conejos, si no es excesiva, no se ve diezmada, a la vez que eliminan los conejos enfermos", sostiene Sarmento.

Pedro Sarmento, biólogo y coordinador en Portugal del actual programa 'Life' Lynxconnect.

Pedro Sarmento, coordinador en Portugal del actual programa 'Life' Lynxconnect, muestra una calavera de lince ibérico. / El Periódico

En Martinlongo, cerca de Alcoutim, hay uno de los mayores cotos de caza de Portugal. Su gestor, Carlos Alcario, se muestra indignado y sobreactúa un poco con los responsables del 'LIFE' por la supuesta "falta de apoyo". "No nos ayudan lo suficiente y no nos han facilitado la financiación que sí tienen los cazadores y agricultores del Bajo Alentejo", protesta. Sarmento, como ya hizo en Mértola, utiliza su habilidad para convencerlo de que el ICNF está haciendo todo lo posible para invertir en la gestión del coto y asegurar la abundancia de perdices y conejos. La visita acaba con un apretón de manos amistoso.

Estas pequeñas disputas son habituales en el día a día de todas las personas que gestionan el lince en España y Portugal, sobre todo en nuevos territorios de conexión. "Se trata de buscar el entendimiento con los agricultores, ganaderos y cazadores para que entiendan que el animal puede ser beneficioso para ellos", considera Sarmento. También se trabaja con los vecinos de los pueblos. En Furnazinhas (que forma parte de las llamadas "aldeas de los linces" en Portugal), los ancianos han participado en un mural y una escultura. Y los alumnos de las escuelas han elaborado un libro divulgativo sobre el animal.

El trabajo de los responsables del 'LIFE Lynxconnect' que se desarrolla en 4 comunidades autónomas y en Portugal tiene dos carriles paralelos. Mientras perfiles como Sarmento se mueven con astucia por el territorio para que la acogida local sea cómplice y calurosa, otros se centran en labores de mejora del hábitat y rastrean el monte en busca del rastro real del lince.

08/11/2024 Un lince en el Cortijo Gato Clavo, a 8 de noviembre de 2024, en el Parque Natural de la Sierra de Andújar, Jaén, Andalucía (España). En junio de 2024 el censo total de linces en la Península Ibérica superó los 2000 ejemplares, de este modo dejó de ser una especie “en peligro de extinción”, pasando al estado de “vulnerable”. En cualquier caso esta cifra sigue lejos de alcanzar el número de ejemplares entre 3000-5000 para alcanzar una población viable en su totalidad y fuera de peligro para estar en un estado de conservación favorable, de acuerdo a la normativa europea. Dentro de las amenazas que perjudican al lince está la disminución de las poblaciones de conejo de monte, que compone el 90% de su dieta, los atropellos, que están al alza y el furtivismo, cada año mueren en España 100 linces atropellados o matados mediante caza, venenos o trampas. SOCIEDAD Rafael Bastante - Europa Press

08/11/2024 Un lince en el Cortijo Gato Clavo, a 8 de noviembre de 2024, en el Parque Natural de la Sierra de Andújar, Jaén, Andalucía (España). En junio de 2024 el censo total de linces en la Península Ibérica superó los 2000 ejemplares, de este modo dejó de ser una especie “en peligro de extinción”, pasando al estado de “vulnerable”. En cualquier caso esta cifra sigue lejos de alcanzar el número de ejemplares entre 3000-5000 para alcanzar una población viable en su totalidad y fuera de peligro para estar en un estado de conservación favorable, de acuerdo a la normativa europea. Dentro de las amenazas que perjudican al lince está la disminución de las poblaciones de conejo de monte, que compone el 90% de su dieta, los atropellos, que están al alza y el furtivismo, cada año mueren en España 100 linces atropellados o matados mediante caza, venenos o trampas. SOCIEDAD Rafael Bastante - Europa Press / Rafael Bastante - Europa Press / Europa Press

Paulo Dias, uno de ellos, vierte una pequeña cantidad de orina de lince cerca de las cámaras para obtener imágenes precisas y así disponer de censos más precisos. Dias advierte del peligro de un nuevo embalse que se prevé construir: "Proyectos como este o los parques fotovoltaicos sin compensaciones pueden complicar el futuro de los linces en este valle, ya que muchos de ellos están en zonas no protegidas". Y en una tercera vía, está la burocracia Europa, que de momento, todavía subvenciona los proyectos 'LIFE'.

Los últimos datos confirman los buenos resultados del método. En España hay ya 2.047 linces y 354 en Portugal (2.401 en total). Castilla-La Mancha, con 942 individuos), es la comunidad con más ejemplares, seguida por los 836 de Andalucía y los 254 de Extremadura. En Murcia y Palencia, las poblaciones aún están en proceso de consolidación.

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