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Día de los Mayores

Los séniors reducen la brecha digital: el 75% usa internet y redes sociales pero un 20% sigue sufriendo soledad no deseada

En la franja entre 75 y 85 años, el uso de la red ha pasado del 29% al 38% en un año y, en la franja entre 65 y 74 años, del 59% al 65,1%

Logo de WhatsApp.

Logo de WhatsApp. / EP

Patricia Martín

Madrid

La generación 'silver' se ha subido a la ola digital. El 75% de los mayores de 55 años se conecta con frecuencia a internet, 18 puntos más que en 2020. El avance se ha producido en todos los grupos de edad, sobre todo en la franja entre 75 y 85 años, donde el uso de la red ha pasado del 29% al 38% en tan solo un año y, en la franja entre 65 y 74 años, del 59% al 65,1%, según el V Barómetro el Consumidor Sénior. Por tanto, la brecha digital se está estrechando. Sin embargo, la comunicación online, por aplicaciones de mensajería como WhatsApp, no es suficiente para paliar la soledad no deseada que, según el Observatorio Estatal, afecta al 20% de los mayores de 75 años.

"Un mensaje de WhatsApp puede alegrar el día, pero no sustituye una visita o el calor de una conversación cara a cara", avisan los expertos

"El uso de tecnología y aplicaciones facilita el contacto con familiares y amigos. Sin embargo, la soledad no deseada no es un fenómeno objetivo, no depende del número de llamadas o de amigos que tengamos sino que depende de la calidad de estas llamadas y relaciones. Por eso, en ocasiones, podemos sentirnos profundamente solos, incluso rodeados de gente, si nuestras relaciones carecen de la calidad o el apoyo emocional que necesitamos", apunta María José Abraham, directora general de la Fundación Edad&Vida.

A su vez, Miryam Piqueras, directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, avisa de que cuando una persona mayor comienza a usar aplicaciones de mensajería "existe un alto riesgo" de que entre sus familiares se dé por 'cumplida' la comunicación diaria a través de un simple mensaje y se reduzcan las llamadas y visitas. Sin embargo, en su opinión, un "mensaje de WhatsApp puede alegrar el día, pero no sustituye una visita o el calor de una conversación cara a cara".

"Una videollamada no es comparable a la compañía y el cariño que se trasmite mediante el contacto físico"

Juan Fernández Palacios

— Director del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE

Mientras que Juan Fernández, director del Centro Ageingnomics de la Fundación Mapfre, que elabora el Barómetro del Consumidor Sénior, apunta que las redes sociales son una herramienta que ayuda a combatir la soledad no deseada, pero "no puede ser la única solución". "Las videollamadas aumentan la posibilidad de combatir la soledad, pero no es comparable a la compañía y el cariño que se trasmite mediante el contacto físico". El Barómetro revela que la mayoría de séniors digitalizados, además de usar WhatsApp (el 65% según la edición de 2023) y otras redes sociales, utilizan la banca online (el 85%) o hacen compras por internet (el 76%).

La falta de contactos sociales afecta al 20% de la población de más de 75 años, que prefiere la comunicación presencial

El Periódico ha recabado, además, la opinión de varias personas mayores de 65 años, muy activas en internet, y todos opinan que la comunicación digital "es útil y práctica pero insuficiente", en palabras de Toni Serratosa (Barcelona, 76 años). "WhatsApp es solo una herramienta urgente, aséptica, distante y nunca puede sustituir una conversación cercana, espontánea, emocional y sincera", opina Víctor Calvo (València, 73 años). Mientas que Juan Jerez (Pamplona, 76 años) considera que la comunicación presencial ayuda "a ver la reacción de otra persona, te abre campo a temas adicionales" y, si es fuera de casa, estimula a la persona mayor a "salir de su ambiente, arreglarse y ponerse guapa".

Las causas y consecuencias

El aislamiento de muchas personas mayores es, precisamente, uno de los motivos que provocan la soledad no deseada. Un fenómeno que también afecta a jóvenes, con una prevalencia incluso mayor que entre los séniors (25% entre los 16 y 39 años y 20% entre mayores de 75 años), pero la soledad en mayores suele ser más intensa y persistente, vinculada a pérdidas familiares, enfermedades, limitaciones físicas y dificultad para crear nuevos vínculos. Y las consecuencias son más riesgo de depresión, ansiedad o enfermedades cardiacas, según avisa el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada con motivo del 'Día de los Mayores', que se celebra este 1 de octubre.

Sacramento Pinazo, coordinadora de la comisión de Soledad de la Plataforma de Mayores y Pensionistas e investigadora del envejecimiento, apunta varios factores para explicar por qué la comunicación por WhatsApp, tan extendida hoy en día, es insuficiente frente al fenómeno de la soledad no deseada en la población de más edad. En primer lugar, porque se trata de personas que "crecieron cuando la comunicación era presencial o telefónica", por lo que "escribir mensajes les resulta poco natural o incluso impersonal". "Lo usan, pero no es el método preferido si pueden elegir".

Existen, además, barreras como pantallas pequeñas, teclados táctiles y constantes actualizaciones que dificultan su uso a personas con limitaciones visuales o físicas. Y otra diferencia con las generaciones más jóvenes es que las personas, normalmente, a partir de la jubilación, "no viven pendientes del teléfono ni consideran que un chat sea un medio adecuado para tratar temas importantes o profundos"; a lo que hay que añadir que muchos se sienten "incómodos o inseguros al escribir, ya que temen que su mensaje se malinterprete o suene brusco y también les cuesta interpretar correctamente el contenido emocional de los mensajes que reciben".

Sentirse acompañado

Por último, la comunicación cara a cara es "más rica y clara", sentencia especialista. "Para muchas personas el valor de la conversación no sólo se mide por la información que se trasmite, sino también por el vínculo que se construye. Compartir un café o pasar un rato con alguien son elementos que Whatsapp no puede replicar. Hablar en persona permite sentirse escuchado, valorado y acompañado, lo que refuerza el bienestar emocional", que muchas personas de edad avanzada "valoran profundamente".

"La preferencia de las personas mayores por comunicarse en persona no es una simple resistencia al cambio tecnológico. Es una elección basada en su experiencia, sus valores, sus habilidades y sus necesidades emocionales. Más allá de las herramientas disponibles, lo que muchas personas mayores buscan es una conexión humana genuina, algo que los chats y emoticonos aún no logran reemplazar por completo", concluye.

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