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Acuerdo en Bruselas

Los Veintisiete acuerdan flexibilizar las condiciones para reducir las emisiones un 90% para 2040

El texto, pactado tras una reunión maratoniana de casi 24 horas, incluye una cláusula para revisar el objetivo y aumenta la opción de comprar derechos de emisiones a terceros países

El calentamiento global avanza hacia los 2,5 grados de media, uno por encima de la "línea roja"

La UE busca a contrarreloj un acuerdo para reducir las emisiones un 90% de aquí a 2040

Los ministros de medio ambiente de la Unión Europea, reunidos en Bruselas.

Los ministros de medio ambiente de la Unión Europea, reunidos en Bruselas. / Unión Europea.

Bruselas

Los gobiernos europeos han llegado a un acuerdo este miércoles para comprometerse a reducir las emisiones un 90% de aquí a 2040, en un texto que incluye numerosas concesiones a los países más reticentes y amplía el margen de flexibilidad para alcanzar el objetivo, tras una reunión que se ha alargado durante casi 24 horas.

La Unión Europea llegará a la COP30, que empieza el 10 de noviembre en Belém (Brasil), con un acuerdo para introducir un objetivo intermedio en su ley del clima: un recorte del 90% en los próximos 15 años. Ese era el objetivo principal de una negociación que comenzó el martes por la mañana y ha concluido este miércoles de madrugada.

"Fijar un objetivo climático no es simplemente elegir una cifra. Es una decisión política con consecuencias de gran alcance para el continente", ha dicho el ministro danés de clima, Laars Aagaard, durante la reunión de este miércoles. "Hemos trabajado para ofrecer la tranquilidad de que se puede alcanzar de forma que se preserve la competitividad, el equilibrio social y la seguridad", ha asegurado Aagaard.

Mismo objetivo, más flexibilidad

El texto mantiene el objetivo del 90%, el mínimo que exigen los científicos y como pedía una amplia mayoría de países, incluido España. Sin embargo, acomoda también las demandas de los gobiernos más reticentes, abriendo la puerta a que ese porcentaje de reducción de emisiones pueda modificarse en el futuro. Además, da cierta flexibilidad a los países para determinar la contribución de los distintos sectores de la industria al objetivo.

Externalizar un 5% de emisiones

Las enmiendas que han pactado los gobiernos europeos introducen revisiones cada dos años. La Comisión Europea tendrá que tener en cuenta nuevas evidencias científicas, desarrollos tecnológicos, el coste de la energía o, por ejemplo, que los sumideros naturales -bosques, humedales, praderas...- absorban menos emisiones de lo esperado. El Ejecutivo comunitario podrá proponer cambios a la ley del clima para ajustar el objetivo o intruducir nuevas medidas que permitan alcanzarlo.

Además, los países europeos podrán externalizar un porcentaje mayor de emisiones. Es decir, el 85% de la reducción de emisiones será doméstica, pero los países podrán optar por externalizar un 5% a países terceros. En la práctica, esto pasaría por pagar a otros países por actividades que ayuden a reducir o absorber las emisiones, para compensar por las propias. En la propuesta original de la Comisión Europea, apenas podía dedicarse un 3%.

El comisario de Clima, Wopke Hoekstra, ha matizado en la rueda de prensa posterior que ese 5% no es parte del objetivo de reducción de emisiones, sino que los gobiernos pueden optar por esa fórmula. "No tiene por qué hacerse, puede hacerse si esa es la mejor opción", ha insistido. "Al planeta no le importa dónde reducimos las emisiones", ha añadido Hoekstra, "simplemente tenemos que reducirlas".

El acuerdo alcanzado, además, incluye una cuestión que nada tiene que ver con la ley del clima. La Comisión se ha comprometido a retrasar un año la entrada en vigor del sistema que regulará las emisiones de CO2 procedentes de los edificios, el transporte por carretera y otros sectores en la pequeña industria. Este sistema debía servir para financiar un fondo social que tiene por objetivo precisamente apoyar a los colectivos más vulnerables en la transición verde. Hoekstra ha asegurado que esto no pone en riesgo las subvenciones.

Una eterna discusión

La reunión había arrancado el martes en torno a las diez de la mañana con una ronda pública de intervenciones en la que cada país expuso su postura. A mediodía, los ministros abandonaron la sala para negociar y ya no regresaron. Fue en la madrugada del miércoles cuando los Veintisiete lograron avances significativos que han permitido cerrar el acuerdo.

"Ha sido un buen calentamiento antes de la COP", ha dicho el secretario de Estado polaco, Krzysztof Bolesta. Polonia, junto con Hungría, República Checa y Eslovaquia, se ha opuesto al compromiso, mientras que otros como Bélgica o Bulgaria han anunciado su abstención. Las enmiendas pactadas para modificar la ley del clima e introducir un objetivo intermedio, en el camino de la UE hacia la neutralidad climática, deben ser todavía negociadas y acordadas con el Parlamento Europeo.

“Sé que estamos en un momento de inseguridad política, que a veces parece como si las placas tectónicas se movieran bajo nuestros pies”, dijo el ministro danés de clima, Laars Aagaard. “Pero hoy, debemos marcar una dirección clara para Europa para los próximos años”, insistió Aagaard. Una dirección que se mantiene en la lucha contra el cambio climático, aunque con frenos de emergencia.

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