Carlos Alós, Valencia

El investigador valenciano Alberto Martínez-Ortí acaba de hacer historia dentro del mundo de la ciencia natural. Tras una laboriosa tarea que ha durado 13 años, el conservador de moluscos del museo valenciano de historia natural y uno de los grandes expertos españoles en malacología (moluscos), ha descubierto en la Serra d$27Espadà una especie de caracol única en el mundo. La nueva familia ya tiene nombre: Se llama Xerocrassa edmundi y nunca antes se había tenido constancia de la peculiaridad de su peculiaridad.

Martínez-Ortí ha encontrado dos ejemplares y una quincena de conchas, algunas de las cuales han sido enviadas a los museos de ciencia natural de Madrid, Barcelona y Holanda para su mejor análisis. El conservador del museo de Valencia dio ayer los detalles de su hallazgo y tras analizar la anatomía interna del caracol explicó que nunca había visto «nada igual». Sólo hay una especie similar a este molusco, que habita en la sierra de la Calderona, matizó.

La especie descubierta es más bien discreta. Se trata de un molusco terrestre hermafrodita que mide siete milímetros de diámetro y cuatro de altura. Su coloración es parda y está recubierta de pelos cortos que facilitan la adherencia a las plantas de las que se alimenta cuando los niveles de humedad son altos, señaló ayer el experto. Habita exclusivamente en el Parc Natural de la Serra d$27Espadà (Castelló), de donde es endémica de un área muy reducida, concretamente del alcornocal de la Mosquera, entre Aín y Almedíjar. Sin embargo, la actividad humana sobre el alcornocal, que altera la vegetación y el sustrato donde vive y se refugia ha provocado que el número de ejemplares sea muy escaso. Por ello, el investigador valenciano ha recomendado a las autoridades autonómicas su inclusión en el catálogo valenciano de especies de fauna amenazadas con la categoría de vulnerable.

Fragilidad extrema de la concha

Vive debajo de las piedras y en la base de alcornoques y matorrales y la concha presenta una fragilidad extrema ya que el territorio en el que habita impide el aporte de las cantidades de carbonato cálcico necesarias para que la concha sea más sólida y dura. Además, los incendios, el pastoreo y la actividad humana han mermado la población de esta especie hasta casi la extinción, aunque el experto cree posible encontrar nuevos ejemplares de este molusco en la Serra d$27Espadà.