En el estudio participaron cinco mil varones ugandeses, divididos en dos grupos: la mitad habían sido sometidos ya a circuncisión, mientras que el resto todavía no había sufrido esa intervención.

Los integrantes de ambos grupos informaron de parecidos niveles de satisfacción a la hora de mantener relaciones sexuales: un 98,4 por ciento de los del primer grupo se manifestaron plenamente satisfechos frente a un 99,9 por ciento en el grupo de control.

El resultado resulta interesante porque, de acuerdo con algunos estudios previos, la circuncisión podría contribuir a reducir en un 50 por ciento el riesgo de contraer el sida.

Según los expertos, algunas células del prepucio parecen ser especialmente vulnerables a una infección por el virus de inmunodeficiencia humana mientras que en los individuos circuncidados la del bálano es menos sensitiva y es menos probable que se produzca en ella alguna herida.

A pesar de ello, muchos varones se resisten a someterse a una circuncisión por los efectos negativos que temen que pueda tener sobre su experiencia sexual.

"Nuestro estudio muestra claramente que la circuncisión no tuvo un efecto adverso en los varones que se sometieron a esa operación en comparación con quienes aún no habían sido operados", señala el profesor Ronald Grey, que dirigió el estudio, citado por la BBC.

Pese a los beneficios que pueden derivarse de la circuncisión desde el punto de vista de la prevención del sida, muchos advierten contra el recurso a la misma con ese único fin ya que no es cien por cine segura y señalan que el uso de preservativos sigue siendo el mejor método para prevenir el contagio.