Centenares de voluntarios de toda España se dieron cita en la 1ª Asamblea General de la Asociación Federal Española para el Fomento de la Economía del Bien Común celebrada hace unos días en Valencia. La elección de Valencia como escenario de este acto no es casual, ya que la capital también es la sede de la entidad y en los últimos años ha sido una comunidad pionera tanto en cuanto a las empresas como los municipios que están siguiendo los principios de la Economía del Bien Común.Esta faceta es un proyecto económico abierto a las empresas , que se rige por una serie de principios básicos que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión, entre otros. En la economía real actual se mide el éxito económico con valores o indicadores monetarios como el producto interior bruto y los beneficios que dejan fuera a los seres humanos y al medio en el que vivimos.

En la mesa redonda que se celebró, Gemma Fajardo habló sobre la Economía del Bien Común ante la Economía Social y la Economía Solidaria. Verónica Gómez presentó el Acuerdo de libre comercio transatlántico y las consecuencias que tendrá si se aprueba el mecanismo de resolución de conflictos entre Inversor y Estado para cualquier modelo alternativo o intento de aprobar siquiera una serie de leyes progresistas a favor de la ciudadanía y el medioambiente.

Por su parte, Fernando Moner, presidente de Avacu se formuló la siguiente pregunta para hacernos reflexionar: «¿Estamos aprendiendo algo los ciudadanos de la situación actual?». Para responderse ofreció una visión de la ciudadanía como usuaria y portadora de derechos que permite y propicia pensar a cada uno en aquello que puede hacer.