Proyecto

En Etiopía se hace la luz

Dos voluntarios de Iberdrola trabajan para llevar la energía a dos campos de refugiados al país africano

En Etiopía se hace la luz

En Etiopía se hace la luz

IRIS ROYO GUERRI | VALENCIA

El proyecto social «Electricidad para todos», auspiciado por Iberdrola, ha contado con la colaboración de dos trabajadores voluntarios de la empresa para ayudar a mejorar la calidad de vida en dos campos refugiados de Etiopía. Se trata de intentar estudiar las posibles mejoras en su red eléctrica, algo clave para cubrir sus urgentes necesidades. Desgraciadamente, la mayoría de estos refugiados viven en unas condiciones muy duras, ya que han tenido que huir de sus países y dejar todo atrás ante los constantes conflictos, por ejemplo en Eritrea, donde los niños son obligados a luchar en el ejército.

Entre los voluntarios se encuentra Ricardo Macián, quien fue elegido al adaptarse perfectamente al perfil requerido, ya que lleva muchos años trabajando en la planificación de redes y además siempre quiso ser voluntario.

Junto a su compañero valenciano Daniel Méndez, Ricardo viajó hace unas semanas a los campamentos de Maiani y Adi Harush, para estudiar las carencias en la red eléctrica y marcar posibles pautas a seguir en un futuro.

Y es que la energía eléctrica cobra mucha importancia en estos campamentos, donde es esencial para cubrir carencias básicas como la alimentación. «Lo que aquí es un simple suministro, allí la luz es un importante derecho», relata Ricardo Macián. Esta afirmación se debe a que muchos de sus cultivos y procesos para elaborar alimentos requieren mucha cantidad de energía, que antes se proporcionaba con leña pero ante la cantidad de refugiados ahora resulta insuficiente. Además, la luz también es vital en los centros de salud y educativos de los campamentos para que puedan desarollar su actividad con total normalidad.

Por otro lado, otra de las preocupaciones se centra en aportar seguridad a la instalación eléctrica, ya que los voluntarios han concluido que es muy precaria, por lo que lo más importante es velar por la seguridad de los refugiados ante todo momento.

Previamente, estos voluntaaaaarios se han preparado a través de reuniones y cursos formativos, en los que ha colaborado la Universidad Politécnica de Madrid, sobre temas como la acción humanitaria en el ámbito de la energía o los retos y oportunidades de innovación en el desarrollo.

Una vida más digna

Con todo esto, lo que pretende el proyecto es ofrecer a los refugiados una vida lo más digna posible durante su estancia en los campos y abrirles las posibilidades hacia un futuro mejor. «La gente de allí fue lo mejor, siempre amable y sonriente», dice Ricardo.

«Tengo mucha ilusión de ver que hay posibilidades de que nuestro trabajo pueda ayudar a mejorar sus vidas», añade el voluntario. Y es que Ricardo afirma como la experiencia ha sido dura, pero muy gratificante a nivel personal.

Además de la empresa Iberdrola, muchas organizaciones como Acnur está velando por los derechos de los refugiados se cumplan, con la ayuda estrecha de ARRAS en Etiopía, así como la NRC, de Noruega, que está llevando a cabo en la zona programas de educación a los más jóvenes.

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