«Que se les oiga, que se les vea. Cuanto más los vemos, menos nos extrañamos. Cuanto más los vemos, menos notamos los rasgos». Ese es el claro mensaje de Susana Lerma, la madre de un niño con Síndrome de Down, Jose, que ha iniciado una campaña en las redes sociales con el objetivo de normalizar la situación de este colectivo, habitualmente apartado en nuestra sociedad.

A través de su blog, growupwithdown («crece con down», en inglés), desde el pasado 1 de marzo hasta hoy, Día Internacional del Síndrome de Down, 21 personas con cierta repercusión y alcance en las redes han compartido sus experiencias y puntos de vista acerca de la integración de estas personas. El eje de estos relatos es el pequeño Jose, a quien se refieren como «Bizcochete» para que se pueda generalizar a partir de él. «No solo es la historia de Jose, sino de todos los niños con down», explica Susana.

Jose tiene ahora dos años y medio, y el curso que viene entrará en el colegio. Sin embargo, su madre ya ha advertido de que «no todas las escuelas tienen unos refuerzos para esta situación». Es así, con tareas que deberían ser tan rutinarias como escolarizar a un niño, cuando nuestro propio sistema pone dificultades al simple hecho de haber nacido con un cromosoma más. Por ello, Susana quiere que su iniciativa sirva «para que las mamás a las que se les hace todo esto cuesta arriba vean que es más fácil de lo que parece». «Podemos hacer las mismas actividades y ser felices», asegura.

Ante la posibilidad de que a algunos padres les resulte «raro» que su hijo vaya a clase con alguien con Síndrome de Down, Susana reivindica que el hecho de «ir a clase con un pequeño con discapacidad también puede aportar muchos valores al resto de niños, que de otra manera les sería más difícil adquirir». «A veces te encuentras con algún comentario con poca gracia, pero creo que es por falta de información o conocimiento», indica Susana, motivo por el que se ha propuesto aportar su granito de arena, para demostrar que estos pequeños no solo son parte de nuestra sociedad, sino que también pueden aportar muchos beneficios.

Otro de los objetivos de Susana es lo que ella llama «cambiar la cara de la belleza». «Bizcochete» también ha hecho de modelo en numerosas fotografías e incluso en anuncios. «Estos chicos también pueden ser guapos», dice Susana, que asegura que esta idea no surge para remarcar estereotipos de belleza, sino «para demostrar que se puedan ver en cualquier sitio». Al final, el objetivo es «que la gente pase por al lado de ellos y que no los señalen», concluye.