El pasado viernes, 19 de agosto, se convirtió en un día para rendir homenaje a las víctimas inocentes que mueren cada día a causa de los conflictos y la violencia. Una fecha que sirvió para recordar también a las trabajadoras y los trabajadores humanitarios que las acompañan.

Y es que este año, el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria ha venido marcado por «violaciones sistemáticas del derecho humanitario internacional que suponen gravísimas consecuencias de para la población civil», según denunció la Coordinadora de ONGD.

Los conflictos, la violación sistemática de derechos humanos y el cambio climático han expulsado de sus hogares a más de 60 millones de personas, recuerdan. De hecho, aseguran que la situación en algunos lugares del planeta es de extrema gravedad: hasta 130 millones de personas necesitan asistencia humanitaria urgente.

Algunos de los lugares en los que la asistencia humanitaria se necesita de manera urgente son Nigeria, Siria o Yemen.

En el caso de Nigeria, el país vive una crisis humanitaria de dimensiones alarmantes. Las actuaciones del grupo terrorista Boko Haram y las operaciones gubernamentales para contrarrestarlo están generando situaciones de extrema gravedad. Según datos de Naciones Unidas, 2,7 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y más de 9 millones necesitan ayuda humanitaria urgente.

En Siria, en lo que va de año „el sexto desde el inicio de la guerra„, más de 25 hospitales y clínicas han sido destruidos por ataques aéreos, matando a pacientes y a personal sanitario. También han sido destruidos depósitos de agua potable y mercados. Los ataques a la población civil son permanentes. La Comisión Internacional de Investigación para Siria ha expresado su preocupación por la seguridad de los civiles; especialmente 100.000 niñas y niños atrapados en el este de la ciudad de Alepo, tras la reciente escalada de enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y rebeldes.

Mientras, en Yemen, tras año y medio de conflicto, más de 13 millones de personas necesitan asistencia inmediata para sobrevivir; casi 3 millones han tenido que abandonar sus casas.

Responsabilidades compartidas

Desde la Coordinadora de ONGD, denuncian que las partes implicadas en los conflictos tienen la obligación de respetar el derecho humanitario internacional y garantizar el acceso humanitario „sostenido e incondicional„ a todas las personas que necesitan asistencia. Así, emplazan a que finalicen, de manera inmediata, los ataques a hospitales y escuelas. Para ello, apelan a la responsabilidad y los compromisos en materia de asistencia humanitaria que deberían asumir los líderes políticos internacionales.