La prestigiosa revista científica Nature acaba de publicar un paper que recoge la investigación de un joven bioingeniero valenciano, Alfredo Quijano, pionero desde la University of Washington (Seattle, EE UU) en el diseño computacional de proteínas artificiales que funcionan como biosensores capaces de detectar rápidamente toxinas y marcadores relacionados con cáncer, enfermedades cardiovasculares, el virus de la Hepatitits o del SARS-CoV-2, causante de la covid-19.

«En nuestro laboratorio diseñamos proteínas con nuevas funciones no existentes en la naturaleza, usando métodos computacionales. En este trabajo en particular, hemos utilizado esta tecnología para crear unas proteínas bioluminiscentes que se iluminan cuando entran en contacto conbiomarcadores diversos», explica Quijano, quien apunta que tras la llegada del SARS-CoV-2 empezaron a trabajar en sensores de la espícula del virus y anticuerpos desarrollados contra él tras una exposición o tras la vacunación. «Tras añadir una gota de fluido con la proteína de interés (la espícula, por ejemplo) ves que la muestra se ilumina tras unos pocos minutos», detalla Quijano, que actualmente está acabando su doctorado tras cursar un máster en Bioingeniería con una beca de la Fundación «la Caixa».

En el caso del coronavirus, la tecnología desarrollada por Alfredo Quijano y su equipo es una técnica de detección complementaria a la PCR habitual, que podría realizarse tanto en casa como en el hospital y que funcionaría de forma similar a un test serológico o de antígenos, para detectar los anticuerpos presentes en el cuerpo tras pasar la enfermedad o tras la vacunación. Actualmente, el equipo trabaja con colaboradores médicos en hospitales para evaluar el potencial diagnóstico.

Aunque esta investigación sigue en marcha, el valenciano apunta a que esta tecnología tiene la ventaja de que «la producción de los reactivos es extremadamente barata y escalable». Asimismo, al ser una técnica pionera, existen desafíos que todavía deben resolver. «Estamos trabajando duro para ayudar lo antes posible en esta pandemia. Sin embargo, más allá de su aplicación para la covid-19, la plataforma para crear biosensores que hemos desarrollado podrá ser aplicada para detectar otras enfermedades actuales o futuras de forma rápida y barata», comenta el investigador, contento con «la recompensa y el honor de publicar en una revista de alto impacto como Nature».

Máster en la University of Washington

Alfredo Quijano, de 27 años, se graduó en 2015 en Biotecnología por la Universitat Politècnica de València (UPV) y ese mismo año recibió una beca de la Fundación «la Caixa» para cursar su máster en Bioingeniería en la University of Washington (Seattle, EE UU). Durante su máster, se especializó en el diseño e ingeniería de proteínas para desarrollar nuevas herramientas en inmunoterapia.

«Esta beca ha cambiado todos los aspectos de mi vida. Nunca hubiera imaginado llegar tan lejos sin esta gran oportunidad», confiesa el investigador valenciano, que tras el máster decidió continuar sus estudios en el laboratorio de David Baker de la University of Washington e inició su doctorado que está a punto de finalizar.

Desde el inicio del Programa de Becas de la Fundación «la Caixa», en el año 1982, hasta la convocatoria del año 2020, la entidad ha destinado una inversión acumulada de más de 300 millones de euros a la formación de 5.213 estudiantes e investigadores en las mejores universidades y centros de investigación del mundo.