T. Domínguez/J. Tortosa, Valencia/Moncada

Se trata de restos humanos en avanzado estado de descomposición -en su mayoría esqueletizados, aunque había algunos momificados- y, de momento, se ignora cómo y cuándo se produjo la muerte.

De hecho, tanto la Guardia Civil como el juzgado de Moncada que entiende de la causa están a la espera de los resultados preliminares de los exámenes forenses y antropológicos a que han sido sometidos los restos humanos para tratar de determinar, entre otras cosas, si se trata de una muerte por homicidio, accidental o por causas naturales.

El hallazgo dado a conocer ahora se produjo el pasado 1 de noviembre, cuando unos niños intentaban recuperar una pelota que se les había caído a un pequeño barranco, cerca del Camino Palmar Camarena de Moncada.

«Habíamos ido a pasar el día al chalé de mi cuñado, para celebrar el cumpleaños de mi sobrino, que ese día cumplía tres añitos. Por la tarde, los críos se pusieron a jugar al baloncesto en una canasta que hay en la parte del chalé que da al barranco y la pelota se les cayó abajo», rememora Lola Robredo, una de las personas que descubrió los restos y alertó a la policía.

«Cuando los críos rebuscaban entre los matorrales, mi cuñado vio una pierna y al darnos cuenta de que era humana, llamamos enseguida a la policía», explica la testigo. Agentes de la Policía Local de Moncada acudieron enseguida al lugar y, al verificar la denuncia telefónica, alertaron a la Guardia Civil y al juzgado de guardia de ese municipio.

Los restos humanos, que estaban diseminados en un radio de varios metros -posiblemente por la acción de los animales y las fuertes lluvias caídas días antes-, fueron cuidadosamente recogidos y trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valencia.

Junto a los huesos, los agentes encontraron un pantalón corto hecho un ovillo y un pequeño cuchillo, así como dos sandalias. Una de las hipótesis que se manejan es que la persona falleciera a principios del pasado verano.