El titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia ha ordenado el ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, de 8 de los 14 detenidos en el marco de la operación "Gorrión" llevada a cabo por efectivos de la Guardia Civil y durante la cual se han incautado de 60 kilos de cocaína. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha informado en un comunicado de que entre los ocho detenidos que han ingresado en prisión se encuentran dos agentes de la Guardia Civil y uno de la Policía Local. La Guardia Civil ha detenido en Valencia a dos agentes de ese Cuerpo, a un policía local de Pedralba y a doce personas más en el marco de una operación antidroga en la que ha sido desmantelada una organización dedicada al tráfico de cocaína a gran escala y que ha permitido la incautación de al menos 60 kilos de cocaína. Según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, las detenciones comenzaron a practicarse el pasado viernes en el puerto de Valencia y han continuado durante todo el fin de semana.
Los dos guardias civiles detenidos, un cabo y un guardia destinados en el cuartel de Tavernes Blanques, fueron arrestados el sábado y anoche permanecían en los calabozos mientras continúa la instrucción de las diligencias. Los otros detenidos son supuestos miembros de la organización valenciana, así como de la red colombiana que supuestamente les había surtido la cocaína.
Según ha podido saber este diario de fuentes de toda solvencia, la operación, que nace de una investigación que comenzó hace más de un año, se desencadenó el pasado viernes con la aprehensión de la cocaína. Los agentes, que estaban al tanto de la llegada de la mercancía, solicitaron un mandamiento judicial de entrega controlada y el viernes montaron el dispositivo de vigilancia en torno al contenedor en el que habían llegado los 60 kilos al puerto de Valencia, principal punto de entrada de esta droga de toda Europa.
Las primeras detenciones se produjeron en ese momento. Se trata, al parecer, del camionero que iba a sacar la mercancía y del resto de presuntos colaboradores de la red que tenían por misión recuperar la droga del interior del contenedor. Según las fuentes consultadas, la cocaína fue enviada mediante el método del gancho perdido, que consiste en guardar la droga en el puerto suramericano de origen dentro de un contenedor con carga legal sin que el destinatario real de la mercancía legal declarada sepa que están utilizándolo. Una vez en el puerto de destino, en este caso el de Valencia, los narcotraficantes abren el contenedor cortando el precinto de origen, extraen las bolsas con la cocaína y vuelven a colocar un segundo precinto. Fue precisamente cuando acababan de concluir esa labor el momento elegido por la Guardia Civil para desencadenar las detenciones.
Un día después, el sábado, los investigadores detuvieron a los dos guardias civiles, uno de los cuales ofreció una fuerte resistencia aunque finalmente pudo ser esposado sin que nadie resultara herido.
Sospechas desde hace año y medio
La investigación comenzó hace más de año y medio ante la sospecha de que dos agentes de la Guardia Civil estuviesen vinculados con una organización de traficantes de cocaína. Nada más tenerse las primeras evidencias de su presunta relación con los narcos, la investigación pasó a manos de la unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil, con sede en Madrid.
De hecho, en cuanto se planificó la operación para este fin de semana, se desplazaron más de veinte agentes de ese grupo a Valencia, al mando de un teniente coronel, para llevar a cabo las detenciones, en las que también ha participado el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA) de la Comandancia de Valencia.
Los detenidos serán puestos a disposición del juzgado que instruye la causa en los próximos días, una vez concluyan las diligencias que están instruyendo los investigadores en dependencias de la Guardia Civil de Valencia.
Por otra parte, la Guardia Civil se incautó ayer de 700 gramos de cocaína que llevaba el pasajero de un vuelo en el aeropuerto de Manises.
