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Un juzgado de Picassent investiga la muerte de un interno de la cárcel valenciana que falleció de madrugada por causas que aún no han sido determinadas, aunque una de las sospechas es que pudiera haber muerto a causa de una sobredosis o una reacción adversa a las drogas.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias confirmaron a Levante-EMVel fallecimiento del preso, que cumplía una condena de cuatro años y dos meses por robo, amenazas y tenencia ilícita de armas. Su identidad no ha trascendido, pero sí que era natural de Valencia.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo 8 de noviembre. El compañero de celda del fallecido alertó a los funcionarios de guardia sobre las 2.00 horas. El recluso hizo uso del interfono del que dispone cada celda para ser accionado en caso de urgencia, y comunicó que su compañero se encontraba en muy mal estado y que no respondía a sus llamadas.

Los funcionarios acudieron a la celda y, al comprobar que era cierta la alerta, comunicaron al médico de guardia del centro penitenciario. El médico pidió que trasladaran al preso a la enfermería y una vez allí, al ver que su estado era crítico, intentó reanimarlo, pero no pudo.

A partir de ese momento, los responsables de la prisión dieron aviso al juzgado de guardia de Picassent. La comisión judicial llegó pasadas las tres y media y decretaron el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto de Medicina Legal de Valencia, donde le practicaron la autopsia.