Según cuenta su hermana, María Lourdes González soñaba con este viaje desde hacía años porque "para los apasionados del submarinismo es uno de los sitios más bellos". Pero también para celebrar su aniversario de pareja, que era el 17 de noviembre.

Cristina retiene en su memoria la última conversación que tuvo con ella: "Estábamos en el gimnasio y hacíamos muchas bromas". Después, el sábado, la hermana pequeña quiso despedirse de ella y desearle un buen viaje pero "no pude hablar con ella porque estaba en una boda".

Según cuenta, ésa era la tónica porque "mi hermana tenía muchos amigos y siempre estaba fuera de casa" y destaca que "era más fácil localizarla a la hora de cenar". Al margen del submarinismo -llevaba cinco años practicándolo y tenía la licencia- el mundo de las fallas era su gran pasión. Desde niña fue componente de la comisión de l'Alguer-Ingeniero Rafael Janini, con demarcación junto a la avenida Blasco Ibañez. o. b. valencia