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Apenas cinco días después del crimen de Ineta Bukiene en el asalto a un salón de juegos de Catarroja, otra mujer, de 79 años, ha muerto asesinada durante un robo, en este caso en Xirivella, en la vivienda donde residía sola Isabel Sanz Jiménez. La septuagenaria murió asfixiada con una prenda de vestir que aún conservaba sobre el rostro y que posiblemente le colocaron para que dejase de gritar, según ha podido saber Levante-EMV. Tras el crimen y viéndose rodeados por la policía, los asaltantes, que no tuvieron tiempo de llevarse nada, escaparon por el tejado.

La policía logró atrapar a uno de ellos, un joven de 18 años y origen rumano, mientras que el otro delincuente logró huir. Al cierre de esta edición, la policía seguía buscando a esta persona. Al parecer, los presuntos asesinos habían entrado al domicilio de la mujer descolgándose desde el tejado, en busca de joyas y dinero.

Pasados unos minutos de las cinco de madrugada de ayer, un vecino de la finca de enfrente a la de Isabel, en la calle La Paz de Xirivella, alertó a la Policía Local al escuchar los gritos de la mujer. Sin embargo, María Luisa, vecina puerta con puerta de la fallecida, no se enteró de nada hasta que horas después la policía llamó a su puerta. "No oí nada, estaba durmiendo,;si no llega a venir la policía ni me entero", confesó la mujer.

Acordonaron la manzana

Al lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de la policía local de Xirivella, así como una patrulla de Aldaia y agentes de la policía nacional. Los distintos efectivos policiales acordonaron la manzana al sospechar que se trataba de un robo y que los delincuentes podrían encontrarse aún dentro del inmueble.

Unos agentes que habían subido a la terraza de una finca trasera observaron a dos personas huyendo por el tejado de un polideportivo contiguo a la vivienda. Asimismo, los malhechores tenían cuerdas para descolgarse.

Una patrulla de la policía logró detener a uno de los ladrones, quien se había ocultado bajo un vehículo en la calle Montevideo, mientras que el segundo delincuente consiguió huir.

Los bomberos tuvieron que abrir la puerta de la vivienda asaltada. En el interior hallaron a la septuagenaria ya fallecida. La noticia de la muerte de "la canaria", como era conocida en el barrio Isabel, corrió como la pólvora. Así, pocas horas después del hallazgo de su cadáver varios de sus sobrinos acudieron al lugar para interesarse por lo ocurrido. Uno de los parientes tuvo que ser atendido por los servicios médicos y trasladado al Hospital General de Valencia. "Padece del corazón y lo tienen en observación", apuntó Diego.

El titular del Juzgado de Instrucción número cuatro de Mislata ordenó el levantamiento del cadáver a las 10.00 horas de ayer.

La noche anterior al crimen Isabel estuvo tomando algo en el bar Anele, en una calle próxima a su domicilio. "Venía todas las noches, se tomaba su café con leche y su botellita de agua", apuntó la dueña, quien también comentó que la mujer no tenía reparos en hablar de sus propiedades en presencia de otros clientes. De hecho, hace unos días sacó a relucir que se acababa de comprar un televisor "enorme". Puede que sus asesinos planearan el robo tras oir sus conversaciones.