La última redada antidroga en la barriada de las "casitas rosa", en el distrito del Marítim de Valencia, volvió a terminar en trifulca vecinal. Los policías antidroga de la comisaría del barrio que detuvieron al mediodía del jueves a un matrimonio por vender droga en su domicilio acabaron siendo blanco de las iras de los amigos y conocidos de los arrestados.

Los policías recibieron una lluvia de ensaladeras, teléfonos móviles en desuso o botellas de cerveza de dos litros, aunque, por fortuna, nadie resultó herido, según informaron ayer fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia.

La intervención policial fue realizada en torno a las doce y media de la mañana del jueves en un domicilio de las "casitas rosa" cuyos moradores estaban bajo investigación desde hace algo menos de un mes.

Se trata de un matrimonio formado por una mujer de 28 años y un hombre de 31, ambos españoles. Los policías entraron en la vivienda, junto con el secretario judicial, los detenidos y su abogado, para realizar el correspondiente registro. En la casa, los agentes intervinieron 45 gramos de cocaína, 16.770 euros en metálico y diversas joyas de oro que arrojaron un peso aproximado de 2.370 gramos de ese metal precioso.

Cuando los policías y la comisión judicial alcanzaron la calle, se había congregado una multitud que empezó a increparles. Fue en ese momento cuando otros vecinos comenzaron a arrojar desde las ventanas y los balcones las ensaladeras, las botellas y los teléfonos viejos, por lo que los policías hubieron de pedir refuerzos y proteger al secretario judicial para evitar que fuera alcanzado con alguno de los efectos lanzados.