La Policía Nacional investiga si los 76 miembros del complejo grupo organizado que clonaba tarjetas de crédito a nivel internacional que han sido detenidos en España podrían haber efectuado extorsiones y proferido palizas en territorio nacional. Los arrestados repartían su tiempo entre estas actividades delictivas y la celebración de bacanales, en donde alguno de ellos pudo llegar a pagar entre 2.000 y 3.000 euros por los servicios de las prostitutas.

Así lo explicó en rueda de prensa el comisario jefe de la Unidad de Delincuencia Organizada y Violenta (UDEV), Serafín Castro, acompañado de los oficiales de enlace de otras policías extranjeras que han participado en la operación. Gracias a la participación de 16 países, el operativo se ha saldado con 178 detenidos --la mayoría de origen rumano-- de una red de delincuencia organizada que, entre sus muchas acciones, se dedicaba a clonar tarjetas bancarias, negocio con el que podría haber obtenido beneficios superiores a los 20 millones de euros.

El comisario jefe de la UDEV explicó que la operación arrancó en Valencia en mayo de 2008 cuando se tuvo conocimiento de que tres ciudadanos rumanos podían tener vínculos con una "inmensa organización mundial, perfectamente estructurada" dedicada a la falsificación de moneda. "Era una estructura similar a una multinacional, con una cabeza a la que muy pocos conocen", indicó.

El 26 de mayo, tras dos años de intensas investigaciones, se dio por desarticulada al "90 por ciento" la organización, aunque todavía queda por arrestar al máximo líder del grupo y a sus lugartenientes, quienes "sólo se conocen por el apodo". Esto pone de manifiesto la "discreción" que imperaba en la red, cuyos integrantes desconocían la identidad y la ubicación de sus jefes.

HACKER DETENIDO CON 30.000 DÓLARES

Entre los 76 arrestados en España, se encuentran dos importantes cabecillas del grupo. Uno de ellos, era un hacker que, al "estar quemado" en el país, se trasladó a Estados Unidos donde pretendía extender la infraestructura. Después de contactar con otros delincuentes y recorrerse durante una mañana los cajeros bancarios del país, fue detenido con 30.000 dólares en efectivo, en billetes de 20 dólares, en su poder.

Según la Policía norteamericana, el técnico implantó tecnología bluetooth en los cajeros de las sucursales con el fin de recibir directamente los números de acceso de los usuarios, sin tener que regresar a las entidades. La mayoría de los 76 detenidos en España tienen nacionalidad rumana aunque otros dos son españoles. Según explicó el comisario jefe, les caracterizaba su carácter violento, algunos consumían drogas y además tenían "afición a las bacanales" en las que alguno "se llegó a gastar entre 2.000 y 3.000 euros". "Da una idea del dinero que podían llegar a manejar", remachó.

Más de 5.000 tarjetas con bandas magnéticas, moldes de yeso o escayola y 120.000 numeraciones han sido intervenidas en España. Muchas de las tarjetas estaban escondían en "lugares tan peregrinos" como cajetillas de tabaco, según informó el comisario de la UDEV.

Los investigadores que han participado en la 'operación nuclear' también han descubierto la "gran movilidad geográfica" de la organización, que llegó a extenderse hasta Australia, donde fueron detenidos dos de sus miembros. Además, averiguaron el carácter "endogámico" del grupo, donde muchos de los integrantes estaban "unidos por lazos de sangre".

Su 'modus operandi' consistía en insertar bocas en los cajeros para grabar los datos de los usuarios, instalar microcámaras sobre los teclados, manipular terminales de puntos de venta o incluso en estafar por medio de una página web a los clientes que, por el coste de una llamada local, introducían sus datos bancarios.

El éxito de la operación ha sido posible gracias al "amparo" de la Audiencia Nacional. Dos fiscales del Juzgado Central de Instrucción número 5 se han volcado en el operativo y además se han celebrado reuniones bilaterales en el marco operativo policial con autoridades de Alemania, Francia o Italia.

La operación se ha saldado con 84 registros practicados y 11 laboratorios de falsificación desmantelados. En Rumania se ha realizado 23 registros con un total 16 detenidos, en Francia la operación se ha efectuado en tres fases que han concluido con 30 detenidos y nueve registros y en Italia se han llevado a cabo dos registros, se han arrestado a siete personas y se han intervenido 3.100 tarjetas clonadas.

Por su parte, en Alemania se ha detenido a 16 personas, entre ellos uno de los técnicos más importantes a nivel europeo de creación de dispositivos de 'skimming'. En Irlanda, la operación se ha ejecutado en tres fases y ha detenido a 12 personas y en Estados Unidos se ha arrestado recientemente a ocho personas.