James K., el hombre de nacionalidad nigeriana que fue arrojado el miércoles desde un cuarto piso en la calle del Buen Retiro de Valencia, evoluciona favorablemente y los politraumatismos que presenta no son graves, según fuentes sanitarias. Pese a la espectacular caída el herido apenas ha sufrido daños de gravedad, gracias a que el toldo y los tendederos frenaron el golpe, y tras permanecer en observación ha sido trasladado a la planta de traumatología.

Según ha podido saber este periódico, el herido es un predicador que había acudido varias veces a la vivienda de su presunto agresor, pese a la oposición de éste. En esta última ocasión, cuando T. I. se lo encontró dentro de su casa hablando con su mujer, el propietario del inmueble comenzó a discutir con él y acabó arrojándolo por la ventana.

Se descarta por tanto el móvil pasional, como en un primer momento se barajó. Según fuentes cercanas al caso, el presunto agresor estaba harto de que James K. acudiera a su casa para intentar adoctrinarles y le había dicho a su mujer que no le dejara entrar bajo ningún concepto.

El miércoles al mediodía T. I. llegó a su casa, situada en el número 16 de la calle del Buen Retiro de Valencia. Al encontrarse con el supuesto predicador, el hombre encolerizó y la emprendió a gritos con él intentando tirarlo de su domicilio.

En un momento dado de la discusión el hombre, que es bastante corpulento, cogió al predicador y lo lanzó al vacío desde la ventana de este cuarto piso. Milagro divino o no, el predicador sobrevivió al frenar la caída un toldo situado en el patio del primer piso.

Esperanza, dueña de la vivienda donde cayó el herido, alertó a la policía tras encontrar al hombre tendido en su patio.

La policía detuvo al presunto agresor, también de nacionalidad nigeriana, acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. Se espera que el arrestado, que alegó ante la policía que se había caído solo, pase hoy a disposición judicial.