Un tribunal popular ha absuelto hoy del delito de homicidio al joven juzgado por estrangular a su novia en diciembre de 2008 y meterla en una maleta para trasladarla hasta un descampado de la localidad valenciana de Beniopa, donde, según el Fiscal, le prendió fuego.

El jurado le ha declarado culpable de los delitos de amenazas y de maltrato habitual, pero considera que no existen pruebas suficientes para achacarle la autoría de la muerte.

El Ministerio Fiscal pidió un total de dieciocho años y medio para el acusado, M.D., por los delitos de homicidio, violencia física habitual y amenazas, mientras que su defensa solicitó la libre absolución al considerar que no había pruebas en su contra.

Según relata la acusación pública, la relación entre el acusado y la víctima, que formaban pareja desde 2004, se caracterizaba "por grandes desencuentros" que se fueron agudizando con el tiempo y a medida que la chica "comenzó a relacionarse con otros hombres".

Entre otros incidentes, la joven denunció a su novio en abril de 2005 en Sevilla por malos tratos, pero al no tener residencia legal en España decidió no acudir al juicio.

Asimismo, la Policía Nacional fue alertada en diferentes ocasiones por vecinos de la localidad de Gandía -donde residía la pareja- que habían presenciado una agresión del acusado hacia la víctima.

El jurado ha considerado probados estos hechos, y por ello le ha declarado culpable de los delitos de amenazas y maltrato habitual.

Respecto a la muerte, la calificación del fiscal relata que, en la madrugada del 5 de diciembre de 2008, el inculpado cogió a la joven por el cuello y la estranguló hasta causarle la muerte.

Posteriormente, la introdujo en una maleta con ruedas y la trasladó hasta un descampado de Beniopa y sin sacarla de ahí le prendió fuego utilizando un mechero y líquido inflamable.

La Policía Nacional encontró cerca del cadáver un mechero y una bolsa de plástico que tenían huellas dactilares del acusado, según el Ministerio Fiscal.

En el juicio por estos hechos, la abogada del procesado reconoció que la pareja tenía una relación "conflictiva", pero negó que él fuera el autor de la muerte.

La letrada ha sostenido que si esta relación no tuviera estos "antecedentes", el joven "nunca habría sido acusado".

El Gobierno central y la Generalitat, que se personaron en la causa como acusación popular, solicitaron también una pena de dieciocho años y medio de prisión.