El Juzgado de Instrucción número 4 de Torrevieja (Alicante) ha condenado a 17 años y 6 meses de prisión para una pareja británica responsable del asesinato de su hija, de tres meses de vida, después de que, tras una grave caída de la menor, decidieran no trasladarla a un centro médico.

La sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, recoge que, como consecuencia de la caída, la niña presentaba un golpe en la cabeza, pero sus progenitores no acudieron a ningún centro médico, ni solicitaron asistencia, "a sabiendas de su probable muerte".

Además, el Juzgado señala que los ahora procesados golpearon a la pequeña en fechas anteriores al suceso, "propinándole manotazos en la cara y la cabeza", y no le proporcionaban "el alimento indispensable para su correcto desarrollo".

La menor, Lucía W., murió en Torrevieja el 17 de marzo de 2008 como consecuencia de dos fracturas craneales, que habría sufrido tras la citada caída.

A pesar del golpe, ninguno de los progenitores, Carla Marie D. y Daryl W., llevó a la menor a ningún centro médico, aun "siendo plenamente conscientes de las consecuencias fatales" que podría acarrear esta decisión, según señaló el fiscal en sus conclusiones definitivas.

Al parecer, según el Ministerio Público, los padres no quisieron que su hija fuera atendida porque temían que los facultativos descubrieran los hematomas que Lucía W. tenía en su cuerpo como consecuencia de los golpes que anteriormente a la caída le había propinado su padre.

"De las pruebas practicadas, testigos, forenses y los propios acusados, que da probado que los progenitores eran conscientes y culpables de la desnutrición de la niña, de la desatención médica de la misma y de la ausencia de cuidados adecuados", según recoge el fallo.