Las dos máquinas tragaperras y la de tabaco, reventadas. La caja registradora, vacía, y el ordenador desaparecido. Eso sí, encima del mostrador una ristra de botellas de alcohol que los ladrones no se llevaron, o porque no les dio tiempo o porque no les cabían. Así se encontró Concepción Frasquet su bar, ayer, a las 6.45 horas. La propietaria del local estima que le han robado por valor de unos 6.000 euros, desperfectos aparte. Un butrón en la pared evidenció por donde habían entrado y salido los ladrones. Eso sí, la policía nacional no encontró ni una huella dactilar «por lo que nos han dicho que, lo más seguro es que se trate de una banda que sabe lo que se hace porque el agujero lo han hecho desde el foso del ascensor de la finca contigua».

No era la primera vez que a Concepción le intentaban entrar a robar en el bar, ubicado en la plaza Obispo Laguarda, en el barrio de Torrefiel. Y eso que lo tiene desde hace 8 meses. «La semana pasada intentaron entrar. Metieron unos tacos bajo la persiana para levantarla y hacer palanca, pero no pudieron. He invertido en seguridad, pero si quieren entrar... al final lo consiguen. A los hechos me remito», asegura la joven.

Los agentes de policía le explicaron a Concepción que, en estos tiempos de crisis económica, los ladrones agudizan el ingenio. «A todos nos hace falta el dinero. A todos. No es justo que me destrocen el local y se lleven lo que hoy en día es mi medio de vida. Me han robado lo que cabía por el agujero. Sé que no se han llevado la televisión porque no les cabía», añadió la propietaria del local.