El dolor de la pérdida de un ser querido, de un compañero, de un amigo se transformó en respeto ayer durante el velatorio de Rafael Suárez Mosquera, el soldado del Regimiento de Caballería Lusitania 8 que perdió la vida el viernes, después de que la tanqueta en la viajaba se despeñara desde el puente de la CV-50 que salva el cauce del río Turia a su paso por Vilamarxant. En dicho accidente resultaron heridos otros dos soldados y un cuarto salió ileso.

Rafael era de Xàtiva, y hasta allí se desplazaron sus compañeros de regimiento. Querían despedirle como se merece. Su tío Ricardo dijo de él: «Rafael era un soldado de raza y de corazón que vivía para el Ejercito. Mira cuantos compañeros han venido, era muy querido por el resto de los soldados. Nació para esto, nació para ser soldado».

La mujer de Ricardo, Carmen, explicó que su Sobrino era la segunda vez que iba a viajar a Líbano. «Estaba muy contento de poder volver. Le encantaba poder ayudar a la gente en las misiones de paz», aseveró Carmen.

La mujer explicó que el Ejercito le concedió una medalla al mérito a su sobrino por el trabajo realizado en la primera misión. Debía recogerla el día 25. «No se la han dado a todo el regimiento, sólo a él. Era una persona excelente». Ahora serán sus padres lo que la recogerán en nombre a de su hijo a título póstumo. El día todavía no está decidido, pero ayer no descartaban que se la impusieran hoy durante el sepelio.

Todos los presentes en el velatorio coincidían en sus palabras sobre el joven de 22 años. Soldado de raza, acababa de cumplir los 18 años cuando entró en el regimiento. Desde el primer día se hizo muy conocido entre sus compañeros, e incluso entre los mandos. Ayer, uno de esos mandos comentó que «era como un hijo para él».

Sobre el fatal accidente que le costó la vida a él, y dejó heridos leve a otros dos soldados, todos sus compañeros presentes, entre ellos los viajaban en la tanqueta con él, aseguraron que fue sólo eso, «un fatal accidente que nadie podía prever y en el que no hay culpables más allá de la mala suerte».

Hoy, a las doce del mediodía, sus familiares y amigos le darán su último adiós al soldado Rafael Suárez Mosquera.