Un joven argelino murió ahogado ayer tarde tras saltar de un buque a la entrada del puerto de Valencia en el que viajaba como polizón con otros seis hombres. Según confirmaron ayer a Levante-EMV fuentes de toda solvencia, el barco entró en el puerto de Valencia sobre las siete de la tarde y, cuando estaba atracando, los marineros se dieron cuenta de que un grupo de hombres se disponía a saltar por la borda.

Al percatarse de que se trataba de polizones, alertaron al capitán del buque quien dio cuenta a la policía nacional, ya que ése es el cuerpo que tiene competencias en inmigración. Además, fue alertado el Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que envió una de sus patrulleras al muelle donde estaba atracado el barco, con el fin de participar en el rescate y detención de los polizones.

Seis de ellos lograron ganar la orilla y fueron detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que los trasladaron a la comisaría del puerto. Allí fueron atendidos, se les procuró ropa y, a continuación, se hicieron cargo de ellos agentes de la Brigada de Extranjería. Las fuentes consultadas no supieron precisar si portaban a no documentación que acredite su identidad.

Mientras, la patrullera del Instituto armado inició la búsqueda del séptimo polizón, cuyo cuerpo sin vida fue localizado al filo de las ocho de la noche, dentro del recinto portuario de Valencia.

Los agentes alertaron al juez de guardia, que envió al lugar al forense para que examinase el cadáver y confirmase que la muerte se había producido por ahogamiento por inmersión. Tras ratificar que no había señales de violencia y una vez que fue reconocido por su hermano -también viajaba en el barco y estaba detenido en ese momento-, el juez ordenó el levantamiento y traslado al Instituto de Medicina Legal de Valencia.

Ésta es la primera muerte de un polizón en el puerto de Valencia desde hace al menos seis años. Tampoco es frecuente, desde hace años, que lleguen en grupos tan numerosos.

El negocio de la inmigración ilegal

El puerto de Valencia es lugar de entrada de numerosos inmigrantes que llegan como polizones en un barco. Hace justo un año la policía arrestó a un capitán de uno de los navíos amarrados en el puerto de Valencia, procedente de Argelia, por permitir huir a dos polizones que viajaban en su embarcación mientras permanecían custodiados a su cargo. Este hecho, del que informó Levante-EMV el 10 de octubre de 2009, generó importantes tensiones entre la diplomacia de Moldavia -país de la embarcación- y las autoridades españolas, ya que el barco permaneció amarrado en el puerto, sin poder zarpar, más de un día, con las pérdidas económicas que ello suponía. El capitán fue finalmente puesto en libertad aunque imputado por un delito de favorecimiento de la entrada ilegal de inmigrantes. i. c. valencia