El juez de Instrucción número 18 de Valencia encarceló ayer sin posibilidad de fianza a un hombre colombiano de 28 años acusado de ser uno de los dos atracadores que a lo largo de año y medio han asaltado con gran violencia media docena de pisos en distintos puntos de la ciudad de Valencia. En todos los casos, buscaban dinero en metálico y joyas, y sometían a sus víctimas por la fuerza.

El modo de actuar era, en todos los casos, el mismo. Tras elegir a la víctima, la sometían a vigilancia durante un tiempo hasta que fijaban horarios, rutinas y domicilio. Cuando decidían que había llegado el momento, acudían los dos hombres y una mujer joven. Ésta última era utilizada como señuelo: la chica era quien llamaba al timbre y lograba que les abriesen la puerta utilizando los argumentos más dispares.

Una vez dentro, los dos hombres, encapuchados y armados con al menos un cuchillo, inmovilizaban y maniataban a cuantas personas hubiera en la casa y, si era necesario, recurrían a los golpes y a cualquier otro tipo de violencia con tal de doblegar la voluntad de las víctimas.

De hecho, según ha podido saber Levante-EMV de fuentes de toda solvencia, en una de las ocasiones llegaron a marcar la cara con una navaja a una de las víctimas, a quien luego rociaron con lejía porque consideraban que el dinero que les había dado hasta ese momento era insuficiente.

En busca del cómplice

La media de dinero en metálico que obtuvieron en esos seis atracos que les imputa la policía se sitúa en torno a los 7.000 euros, aunque en al menos una ocasión se hicieron con 10.000. En lo que no existe uniformidad es en la ubicación geográfica de los pisos, ya que hay asaltos en distintos barrios de la ciudad de Valencia. Eso sí, todas las víctimas tenían cierta solvencia económica.

Las investigaciones comenzaron, al parecer, en abril del año pasado y han sido llevadas a cabo por el grupo de Sirlas de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, cuyos agentes continúan buscando al otro presunto autor de los asaltos, así como a la chica que colaboraba con ellos para poder acceder a los domicilios.

Según ha podido saber este diario, inicialmente la policía detuvo tanto al joven de 28 años -que no tiene antecedentes policiales- como a su madre y al compañero sentimental de ésta, aunque posteriormente quedaron libres al no constatarse su relación con los atracos.