Fuentes policiales aseguran que en el momento de la detención se les intervinieron 60 gramos de oro.Los arrestados, de 30 y 33 años, presuntamente forzaban las lápidas y sustraían los marcos de oro de las fotografías. Luego los cortaban y deformaban como camuflaje para venderlos. La pareja realizaba visitas periódicas al cementerio y, con el pretexto de limpiar el nicho de algún familiar, desvalijaba las piezas que tenía al alcance de la mano. Se calcula que el número de lápidas afectadas asciende a 15. Durante la investigación policial se detectó la venta de un total de 83,48 gramos de oro, en 13 lotes diferentes, por los que los autores se beneficiaron de 1.355 euros.

A los detenidos se les imputan delitos de robo con fuerza en las cosas, destrucción, alteración o daño de objetos funerarios y receptación, según apuntaron las fuentes consultadas.