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Un adolescente de 15 años falleció ayer tras caerle encima una canasta de baloncesto en el patio del Instituto de Educación Secundaria de Vilamarxant durante las clases de educación física. Hugo P. A. no tuvo tiempo de reaccionar. El parecer, el poste se rompió por causas que se investigan y la canasta se le vino encima golpeándole la cabeza. Los gritos de pánico se apoderaron de los otros niños que había en ese momento en el patio. Su compañero había muerto como consecuencia de un traumatismo craneal.

El peso, el mal estado de la canasta o una mala utilización de la misma. Nadie sabe realmente qué falló para que un adolescente con toda la vida por delante pereciera en este trágico accidente. La policía judicial de la Guardia Civil de Llíria, encargada de la investigación, baraja la posibilidad de que el poste de la citada canasta estuviera oxidado, de ahí que se hubiera partido por la base al colgarse uno u varios de los menores.

La tragedia se produjo en el patio de ese centro educativo de Vilamarxant cuando faltaban pocos minutos para las dos de la tarde de ayer. «Estábamos en clase de gimnasia y algunos estaban dentro con el profesor, haciendo las pruebas», explicaba una alumna del centro. «Se colgó de la canasta, fue un segundo, y cuando lo vi, estaba ya en el suelo», relató entre lágrimas una de las amigas del fallecido.

Hugo, alumno de 4º de la ESO y que jugaba en el equipo de baloncesto de Llíria, tenía una brecha en la cabeza de unos 15 centímetros por lo que falleció en el acto, según fuentes municipales. No obstante, algunos de sus compañeros insistieron en que lo oyeron gritar.

Dos jóvenes con nociones sanitarias que se encontraban a las puertas del centro esperando a unas muchachas, entraron corriendo al oir los gritos y fueron los primeros en auxiliar a la víctima. «Le intentamos tapar la brecha, pero estaba ya muerto, había perdido más de medio litro sangre», explicó uno de los jóvenes. «Toqué el palo de la canasta y la superficie se te deshacía en la mano, como si estuviera oxidado», argumentó este joven.

La madre del fallecido, profesora de infantil en Vilamarxant, acudió a los pocos minutos nada más conocer la desgracia. Los sanitarios que se habían desplazado al lugar, y que sólo pudieron certificar la muerte del adolescente, atendieron a la mujer en la ambulancia por una crisis de ansiedad. Asimismo, taparon el cadáver con una manta térmica hasta la llegada del juez.

Algunos padres criticaron las condiciones en las que se encuentra el instituto. «Ya sabía yo que algo de esto tenía que pasar», se lamentaba Víctor, quien ha presentado numerosas quejas en la Conselleria de Educación por incidentes en el centro. Así, recordaron la caída de un valla en el gimnasio y de un foco en el patio que no causaron heridos.

Han retirado las canastas

Por su parte, el Ayuntamiento de Vilamarxant decretó tres días de luto oficial por la muerte del joven y las clases han sido suspendidas hasta el próximo jueves.

La canasta caída fue trasladada a un almacén del ayuntamiento y las tres restantes fueron también desmontadas a la espera de averiguar las causas exactas de este accidente mortal. «Estas canastas están instaladas desde 2004 y están perfectamente homologadas», aseguró Vicente Betoret, alcalde de Vilamarxant. Además insistió en que cuentan con una base de hormigón armado bajo el suelo y con cuatro tornillos de sujeción.

Los tres chicos que se encontraban con Hugo en el momento del accidente fueron asistidos por psicólogos voluntarios de la Cruz Roja. La juez ha ordenado que no se les tome declaración hasta que ella los llame a su juzgado, con el fin de que puedan procesar la tragedia que les ha tocado vivir de cerca.