Desde hace tres décadas, equipos de investigadores de distintas universidades y centros de investigación escrutan en España pequeñas marcas y evidencias de antiguos terremotos y tsunamis que han quedado grabadas en el terreno y que solo son visibles para sus ojos expertos.

En Francia, donde se acaba de revisar el mapa de riesgo sísmico, la incorporación de datos obtenidos por esta vía y de la investigación histórica -relatos antiguos ubicados en archivos dispersos- han provocado un verdadero "tsunami" normativo. La "nouvelle" carta incluye cinco categorías de riesgo y ha elevado de 5.000 a 21.000 el número de municipios que están obligados a aplicar la norma sísmica en sus c0nstrucciones.

Miguel Ángel Rodríguez Pascua, del Instituto Geográfico y y Minero de España (IGME) dirige uno de estos equipos y coordina trabajos que se realizan en Barcelona, Madrid, Granada o Alicante. "Hay grandes terremotos que no han sido registrados ni histórica ni documentalmente", sostiene.

José Manuel Martínez, del Instituto Geográfico Nacional lo corrobora. "Los primeros sismógrafos se instalaron en España en 1898 y hasta 1920 no se puede hablar de una red. Si no hay una alusión al seísmo en un archivo, y en España se han destruido muchos, no podriamos saber si hubo terremotos en otro tiempo".

Los paleosismólogos sostienen que en la Península Ibérica existen fallas activas cuyo movimiento es imperceptible incluso para los actuales instrumentos de medida. "Pueden tardar siglos en acumular la tensión necesaria para romper, de modo que nadie adopta medidas preventivas sencillamente porque no sabe que esa zona puede haber un gran terremoto", afirma Rodríguez Pascua. La investigación de las fallas visibles, la excavación de otras, el análisis de sedimentos y el recurso a técnicas de datación como el Carbono 14 ha permitido descubrir nuevas zonas de riesgo sísmico y hasta tsunamis como el sufrido en Huelva hace 2.200 años y que se suma al provocado por el terremoto de Lisboa, en 1755, que llevó las aguas del Atlántico a las puertas de Sevilla.