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El catalizador, esa pieza con forma cilíndrica situada junto al tubo de escape del vehículo -que sirve para eliminar parte de los gases tóxicos producidos durante la combustión de la gasolina-, se ha convertido en los últimos meses en uno de los botines más valiosos para los ladrones de chatarra. Pues para lo que muchos conductores es un simple elemento del engranaje del coche, para los delincuentes, que conocen que entre sus componentes hay metales preciosos, es una joya relativamente fácil de robar.

Los robos se producen tanto en vehículos particulares como en desguaces, para posteriormente vender los catalizadores sustraídos, a través de intermediarios, a fundiciones en el extranjero para poder extraer los metales preciosos: platino, paladio y rodio.

Según las informaciones consultadas por este periódico, se tiene constancia de más de 100 denuncias por robos de este tipo en lo que va de año en la provincia de Valencia. La mayoría de los robos denunciados son en vehículos industriales o todoterrenos, ya que en este tipo de transportes altos esta pieza es mucho más accesible para los ladrones.

"Nosotros hemos detectado un incremento en la solicitud de recambios de catalizadores por parte de nuestros clientes en la zona de Levante y Cataluña y tenemos conocimiento de al menos 100 denuncias", explicaron fuentes de una empresa de camiones.

De hecho, en este tipo de vehículos además de una mayor facilidad para robar la pieza sin necesidad de gatos o otros elementos para levantar el coche, los catalizadores son de mayor tamaño y por tanto el precio que se paga por ellos en el mercado negro es superior, llegando a los 300 euros.

El precio real de mercado de un catalizador de un turismo oscila entre los 300 y los 800 euros, pero en el caso de vehículos industriales la cifra se dispara a los 1.000 y 3.000 euros, según apuntaron fuentes de un taller mecánico, lo que supone un gran desembolso para la víctima del robo.

Testimonio

En esta situación se encuentra José, vecino de Mislata, quien el miércoles de la semana pasada descubrió que le habían robado el catalizador de su camión grúa. "Lo aparqué por la noche en un descampado y cuando a la mañana siguiente arranqué el motor noté un sonido extraño, y se encendió el testigo de alerta", relató este afectado. "Al llamar al taller me dijeron que mirara debajo del camión, que seguramente tenía el tubo de escape en el suelo y así era", confesó. Le habían robado el catalizador.

"Cuando fui a la policía me dijeron que era el tercero que robaban en una semana", explicó José, a quien la reparación le ha costado 5.000 euros. "Sólo la pieza ya te cuesta 3.000 euros sin IVA", se lamentó el afectado.

Por su parte fuentes de la policía nacional de Valencia aseguraron que no hay una gran incidencia de casos como el de José. Esto se debe en parte a que muchas de las víctimas de estos robos nunca llegan a denunciar los hechos ante la policía ya que no lo cubre el seguro y sólo lo comunican a los talleres y fabricantes.