La Audiencia de Palma acogerá a partir del próximo lunes un macrojuicio contra 17 presuntos miembros de una banda que entre 2006 y 2009 cometió nueve robos y atracos violentos en domicilios y comercios de toda la isla. En algunos de los asaltos los ladrones golpearon, maniataron, amordazaron e incluso rociaron con un aerosol a sus víctimas para vencer su resistencia. Los sospechosos, que fueron arrestados en Sueca, se enfrentan a penas que suman 274 años y medio de prisión por un rosario de delitos.

Una gran operación policial llevada a cabo en Valencia, donde los acusados se deshacían de los efectos robados, permitió desarticular la organización hace ahora dos años. Según el escrito de conclusiones definitivas de la fiscalía, ocho de los procesados –dos españoles, los presuntos cabecillas, y seis rumanos– formaron a mediados del año 2006 un grupo para cometer robos en locales y viviendas de toda Mallorca.

Palizas a los moradores

El modus operandi de los ladrones cambió en el verano de 2009. Ya no se limitaban a entrar en lugares vacíos para evitar ser sorprendidos, sino que comenzaron a irrumpir en domicilios habitados y con los moradores en el interior.

El 24 de agosto de 2009, los mismos atracadores asaltaron un domicilio en el centro de Palma tras forzar la puerta del balcón y se abalanzaron sobre el matrimonio que vive allí. El hombre recibió varios golpes y, al igual que su mujer, fue maniatado y amordazado. Los intrusos lograron hacerse con las llaves de la caja fuerte, de la que se llevaron 25.000 euros, y se adueñaron de varias joyas.

Fue su último golpe antes de ser arrestados unos días después en Palma y Sueca, donde la Guardia Civil y la Policía Nacional lograron recuperar numerosos efectos robados. Además de a los cinco autores materiales de los asaltos, los agentes detuvieron a otros doce miembros del clan que se dedicaban a dar salida en el mercado negro a la mercancía robada.

La fiscalía reclama penas que suman entre 38 y 48 años y medio de prisión para los cinco integrantes de la banda que cometieron los asaltos al considerarles autores de delitos de asociación ilícita, robo con fuerza, allanamiento de morada, robo con violencia y detención ilegal.

Los doce miembros de la organización están acusados de asociación ilícita y receptación, por los que la fiscalía reclama sendas penas de cinco años de cárcel.