Murió por defender a un amigo. Según varios medios catalanes, Salvador Iborra Mallol, el poeta valenciano de 33 años asesinado el jueves ante su casa, en Barcelona, fue mortalmente apuñalado por dos jóvenes marroquíes a los que había recriminado por robarle la bicicleta a un amigo suyo que había ido a visitarle. Ambos están ya detenidos y pasarán en breve a disposición judicial.

Al parecer, los dos detenidos habían vivido en la misma finca que Salvador, en el número 12 de la calle Palma de Sant Just, en el barrio gótico de Barcelona. La noche de los hechos, un amigo de Salvador había acudido a casa de éste en bicicleta para charlar un rato. Ya de madrugada, el amigo decidió irse a su casa, pero al bajar a la calle descubrió que alguien le había robado la bicicleta.

Salvador y el otro joven dieron varias vueltas por el barrio en busca de la bici y, en vista de que no daban con ella, ambos amigos se despidieron en las inmediaciones del domicilio de Salvador. Cuando éste llegó a su calle, se topó con el ladrón a bordo de la bicicleta de su amigo, y trató de recuperarla tras recriminarle el robo.

En ese momento, llegó un segundo hombre quien atacó a Salvador con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones, que le clavó al menos dos veces en el pecho. Un internauta afirmaba ayer en un comentario a la noticia en la versión digital del diario catalán "Ara" que la ambulancia que acudió al lugar de la agresión había tardado "30 minutos", y cita como fuentes a los vecinos.

Uno de los agresores, Saodi M., fue detenido por agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra la noche del jueves, y el otro, Zakaria Y. M., fue arrestado ayer por la mañana.

Los padres y la hermana de Salvador, una promesa de la literatura catalana, viajaron el jueves por la noche a Barcelona, después de que fueran avisados de lo sucedido. De momento, no ha trascendido cuándo regresarán a Valencia con el cuerpo de Salva.

"Estamos indignados y consternados. Lo hemos visto crecer..."

Incredulidad y consternación. Son los dos términos que mejor definen no sólo la reacción de allegados y amigos de Salvador a través de las redes sociales y de internet, sino también la de sus vecinos en Valencia. "Lo hemos visto crecer. No hay derecho a lo que ha pasado. Era una gran persona, un buen chico...", lamenta una vecina de la misma finca. Los padres y la hermana de Salvador, un año menor que él, viajaron precipitadamente a Barcelona el jueves por la noche, cuando fueron informados de lo sucedido. Unas horas antes, a primera hora de la tarde, otra vecina se encontró en el rellano con la hermana de Salvador y le preguntó cómo le iba. "Me estuvo contando que se había instalado en Barcelona y que le iba bien y estaba muy contento". Eran las tres de la tarde del jueves, y los Mossos aún no habían facilitado información alguna a la familia de la víctima.