Vicente S. Cabrelles, 48 años

Se enfrentó al agresor. Fue la quinta persona que se encontró con el filo del cuchillo que portaba Jose Francisco Planells. Vecino de uno de los dos áticos de la finca, estaba en casa planchando una camisa cuando escuchó los primeros gritos. Tenía previsto acudir a un bautizo. Todos los indicios apuntan a que decidió bajar al segundo piso para ver qué pasaba y, al encontrarse al agresor y los cuerpos de las víctimas, actuó. Tras un intenso forcejeo, ambos cayeron por las escaleras con la mala suerte de que el cuchillo se clavó en su espalda. Fue el último en ser atacado. Su participación hizo que el agresor no llamara a más puertas y posiblemente salvó la vida a otros vecinos. Vicente Salvador Cabrelles Pardo trabaja como camionero y es conocido como el «Panolla».

Acababa de finalizar una ruta antes del crimen. Desde su entorno lo definen como un hombre de constitución fuerte. Está en la sala de reanimación del Hospital General. Su situación es clínicamente estable, tras sufrir una complicada operación —la cuchillada afectó a la pleura—. Salvador y su mujer visitaron la vivienda del agresor hace dos semanas para conocer a su hija.

Dolores Vila González, 48 años

«No sabemos qué va a pasar. Por el momento, está estable dentro de la gravedad. Las heridas por arma blanca no han afectado a ningún órgano vital», según apuntaron fuentes hospitalarias sobre las 13.00 horas de ayer cuando se procedió a desentubar a la víctima tras operarla en la madrugada del viernes al sábado. Dolores Vila, o «Lolín», como se la conoce, recibió tres puñaladas: en el pulmón, en el abdomen y en la espalda. Fuentes que Levante-EMV consideró solventes informaron el viernes por error que su estado se había agravado y había fallecido por lo que este periódico informó ayer de cuatro víctimas mortales. Afortunadamente, Dolores superó las horas más críticas. La víctima estaba casada con José Ramón Julián y era madre de Héctor Julián, de 13 años, fallecidos en el suceso.