Una mujer de 73 años, con cinco nietos menores a su cargo, está a punto de ser desahuciada de su casa de Alzira tras descubrir que la vivienda que compró en 2005 sigue hipotecada, pese a que en la escritura figura que con el importe aportado se liquidaba la deuda. Por un malentendido entre el vendedor y el banco, una confusión o una estafa en toda regla, lo cierto es que la septuagenaria se va a quedar en la calle si nadie lo remedia.

"Me siento engañada por los dos, por el que me vendió la casa y por el banco", se lamentó Carmen M. H. "Yo ya pagué mi dinero por esa casa y me dijeron que estaba fuera de cargo, ¿qué culpa tengo yo de que ellos hicieran otra cosa con los 35.000 euros que les di?", añadió indignada.

Según las informaciones recabadas por este periódico, el vendedor de la casa, que ha sido denunciado por estafa, sí que llegó a ingresar dicha cuantía en el banco, con la que supuestamente se zanjaba la deuda hipotecaria. Sin embargo, esta sucursal bancaria de Alzira destinó los 35.400 euros para liquidar un préstamo personal que había contraído con ellos el vendedor y ahora imputado por un importe de 20.015 euros.

Entre unos y otros la hipoteca siguió generando intereses sin que la actual propietaria del inmueble conociera su existencia. No fue hasta enero 2009 cuando Carmen tuvo conocimiento de que su vivienda iba a salir a subasta pública debido a que no se había cancelado la hipoteca que recaía sobre el inmueble que compró en junio de 2005 y en el que actualmente reside junto a cinco de sus nietos, de edades comprendidas entre los tres y los 14 años.

"Me llegó una carta del juzgado en la que me decían que debía un montón de dinero y que me iban a quitar la casa", explicaba con sus palabras la mujer. "Cuando me enteré me dio algo, me tuvieron que llevar al hospital", añadió Carmen.

"En el banco me dijeron que eso ya estaba pagado pero era mentira", explicó la septuagenaria. "Fui a Hacienda y me dijeron que se debían más de 30.000 euros", apuntó todavía confusa la mujer, a quien le reclaman ya cerca de 40.000 euros, por los intereses generados durante estos últimos años.

Carmen llamó a la pareja que le vendió la casa para pedirle explicaciones pero éstos se desentendieron totalmente del problema. Lo mismo ocurrió con el banco. Fuentes de dicha sucursal explicaron a este periódico que el caso está en vía judicial y que "ahora mismo está todo parado". "No vamos a hacer valoraciones antes del juicio, acataremos lo que diga la Justicia", manifestó un portavoz del banco.

"Se han aprovechado de ella, esto no se debe consentir", criticó el hijo de Carmen. La mujer, que actualmente tiene 73 años, no sabe leer ni escribir y vive en la casa junto a su nuera y cinco nietos con una pensión de sólo 300 euros al mes.

Denunciados por estafa

Prácticamente agotada la vía civil, la mujer ha denunciado al matrimonio que le vendió la casa en 2005 por un delito de estafa. Según la querella presentada, "en el acto de la firma de venta de la vivienda los acusados engañaron a la denunciante, haciéndole creer que con el dinero recibido por la venta del mismo cancelarían la deuda hipotecaria, y sin embargo no lo hicieron".

Por su parte, el vendedor reconoce que la mujer les entregó la cantidad para liquidar y cancelar la hipoteca cuando se realizó la escritura y que ese mismo día ingresó los 35.400 euros en el banco. Asimismo alega que cuando entregó el dinero en la sucursal bancaria dijo que ese pago era para la cancelación de la hipoteca. De hecho, declaró ante el juez que desconocía que tuviera otras deudas y acusa al banco de actuar en contra de lo acordado.

"Nunca he pedido una hipoteca y estoy pagando todos mis impuestos; la luz, el agua, las basuras. No hay derecho", se lamentó Carmen, quien tendrá que hacer frente a una deuda que ella no contrajo si no quiere quedarse en la calle junto a sus cinco nietos.