Francisco M. M. tendrá que responder en breve ante los tribunales por la muerte de su esposa, Laura Serrano, a quien presuntamente arrojó al vacío desde la azotea de su casa de Sedaví en junio de 2009. El Ministerio Fiscal solicita para el acusado de un delito de homicidio la pena de 15 años de prisión, al contemplar la circunstancia agravante de parentesco.

Una lata de cerveza hallada en el lugar de los hechos, en la que se obtuvo ADN del marido, inculpó al acusado, quien hasta ese momento había negado haber estado presente en la azotea la noche en la que murió su esposa. De hecho, en un primer momento la muerte de Laura Serrano, de 32 años, fue considerada como un suicidio y no fue hasta ocho meses después del crimen cuando las pruebas permitieron desmontar la versión de Francisco M., que permanece encarcelado desde que fue detenido en febrero de 2010.

La noche del crimen

Los hechos se remontan al 20 de junio de 2010. Esa noche, en una hora no determinada por el fiscal, Laura y su marido subieron a la terraza del edificio donde vivían, en la localidad de Sedaví. "Mientras se tomaban unas cervezas, se inició una discusión entre ambos y en un momento de la misma el acusado, guiado por el ánimo de acabar con la vida de su mujer, y cuando ésta se encontraba apoyada en la parte de la terraza que daba a la calle, la empujó", según el relato de los hechos del Ministerio Fiscal.

La mujer cayó a un descampado lleno de hierbas y escombros, falleciendo en el acto. No obstante, su cadáver no fue encontrado hasta la noche del día siguiente cuando ya habían transcurrido cerca de 24 horas. En todo ese tiempo el acusado negó haberla visto e incluso denunció su desaparición ante la Guardia Civil, insistiendo en que su esposa se encontraba en tratamiento por depresión.

La madre de la víctima nunca creyó que su hija se hubiera suicidado, pese a la insistencia de su marido en acreditar que Laura atravesaba una crisis de ansiedad. La pareja llevaba casada desde el año 2000 y tenía dos hijos, que en el momento de los hechos tenían siete años y 14 meses.

En abril de 2007 los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sedaví percibieron que "Laura estaba siendo sometida a una situación de maltrato" por parte de su marido, quien la "infravaloraba continuamente" causándole una importante depresión. La madre de la víctima manifestó a este periódico que su hija se había planteado dejar a su marido, motivo por el que presuntamente habría acabado éste con su vida.

Por todo ello la Fiscalía solicita para el acusado de homicidio 15 años de cárcel y que indemnice a sus dos hijos con 250.000 euros en concepto de responsabilidad civil.