El acusado de matar a la ex concejala de UCD por Castelló Concepción Roig se declaró ayer culpable del homicidio, pidió perdón a la familia de la víctima y se negó a responder a las preguntas de las partes. Durante el juicio celebrado en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Castelló fue juzgada también la madre del supuesto homicida, que era la empleada de hogar de Concha Roig cuando fue asesinada el 14 de abril de 2010.

El fiscal solicita 24 años y medio de prisión para el procesado como autor del crimen, mientras que pide un año y seis meses de cárcel para la madre de este último por el hurto continuado de las joyas de la víctima, que tenía 70 años cuando fue asesinada.

Durante la sesión de ayer prestó declaración la madre del acusado, quien negó haber robado las joyas de la ex concejala de UCD. "No he robado nada en mi vida. He trabajado para ella durante ocho o nueve años y me quería mucho", aseguró ante los magistrados de la Audiencia.

Por su parte, Inma R., la hija de la concejala asesinada, declaró que la asistenta era como una más de la familia: "Creíamos que Olga era una persona de confianza hasta que mi madre me dijo que desaparecían joyas de la casa". Según Inma, tras el crimen echaron en falta algunos anillos de brillantes, pulseras y otras alhajas importadas de Rusia, además de un reloj Cartier "que ella siempre llevaba puesto, hasta cuando se duchaba". La familia de Concha Roig barajó entonces despedir a la asistenta, pero la ex concejal "quiso darle una segunda oportunidad".

28.729 euros en joyas

Durante la sesión, también han declarado como testigos los demás hijos de la fallecida y cuatro propietarios de locales de compraventa de oro, que han confirmado diversas ventas y empeños de joyas por parte de los imputados, entre ellas la de una esfinge.

Según el escrito del fiscal, los procesados aprovechaban que la madre trabajaba como asistenta de Concepción Roig para apoderarse de diversas joyas de la ex edil (tasadas en 28.729,28 euros) en el domicilio de la mujer ubicado en Castelló.

Cuando la víctima se dio cuenta de que le estaban robando, despidió a la procesada el 14 de abril de 2010, sin formular denuncia.

Sin embargo, según el fiscal, en hora no concretada pero comprendida entre las 14.30 a 16.30 del 25 de mayo de 2010, el acusado, con ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito, accedió al interior del domicilio de la ex edil y, tras mantener una conversación con ella, cogió una catana y agredió a la mujer, de 70 años, que no tuvo posibilidades de reacción. Ocasionándole varias heridas, una de ellas en el cuello, mortal de necesidad. Después registró el domicilio en busca de joyas.