Un niño de 5 años y un anciano de 90 resultaron intoxicados levemente en la madrugada de ayer como consecuencia de un incendio ocurrido en el aparcamiento subterráneo de un edificio de Manises que obligó, además, al desalojo de 120 personas durante más de dos horas y media, según informaron ayer fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos.

El fuego fue detectado poco antes de la una de la madrugada de ayer, precisamente por el hijo del dueño en el que, en principio, pareció comenzar el siniestro. El joven llegaba a casa tras ver el partido Valencia CF-Levante UD y vio el humo al entrar en el portal. "Enseguida nos avisó a nosotros y al resto de los vecinos", explica su padre, Juan. Además, llamaron a emergencias para informar del fuego declarado en el primer sótano del inmueble que ocupa el número 22 de la calle de Riba-roja del Túria, en Manises. La espesa humareda comenzó a subir por la fachada del edificio, que quedó parcialmente impregnada de hollín, y penetró en las viviendas, lo que complicó la situación y amenazó a la seguridad de los vecinos.

Nada más llegar los bomberos, que desplazaron efectivos de los parques de Paterna, Torrent y Burjassot, procuraron el desalojo de los vecinos que aún no habían salido por su voluntad a la calle. Tapados con mantas y expectantes, hubieron de esperar más de dos horas y media, hasta que los bomberos lograron extinguir no sólo las llamas, sino, además, ventilar adecuadamente las escaleras y cada una de las viviendas, con el fin de garantizar que los vecinos pudiesen regresar a sus casas sin temor a intoxicarse. No obstante, anoche aún había varias viviendas de la primera planta cuyos moradores no habían podido regresar.

Las llamas y el intenso calor que se acumuló en el aparcamiento, donde estacionan a diario unos 200 vehículos tanto de vecinos de esa finca como de otros que han alquilado las plazas, destruyeron por completo dos turismos y causaron graves destrozos en otros cinco.

A falta del informe definitivo del grupo de incendios del Cuerpo Nacional de Policía, todo apunta a que el siniestro comenzó en un monovolumen Renault Scenic, aunque su dueño, Juan, residente en la segunda planta, mantiene que "a las once y media un vecino lo vio y estaba perfectamente".

Por fortuna, los únicos que precisaron atención médica fueron el niño de 5 años y el anciano de 90, ambos residentes en la primera planta del inmueble. Los dos fueron trasladados por una ambulancia del SAMU al Hospital de Manises, donde permanecieron el día de ayer bajo observación.