Dos ladrones aceptaron ayer cumplir una pena de siete años y medio de prisión por maniatar y robar a un hombre que los acogió en su casa. La Fiscalía pedía inicialmente una condena de nueve años y medio de prisión, pero aceptó rebajar la pena dos años a cambio de que reconocieran los hechos. Los dos condenados son de nacionalidad rumana y se disponían a regresar a su país cuando fueron detenidos por la policía en la estación de autobuses de Valencia.

Los hechos ocurrieron a la una de la madrugada del 6 de marzo de 2011. Los dos estaban acogidos durante el fin de semana en el domicilio que compartía la víctima y otra persona cerca de la comisaría del Cuerpo Nacional Policía en el distrito de Exposición, en Valencia. Los dos acusados aprovecharon que la otra persona no estaba en casa para atracar a la víctima.

Los ladrones se abalanzaron sobre el denunciante mientras veía la televisión, le agarraron del cuello, le tumbaron en el suelo y comenzaron a propinarle puñetazos y patadas para vencer su resistencia. Ataron después a la víctima con un cinturón de albornoz y con cuerda de tendedero para impedir que se moviera.

Los acusados registraron toda la vivienda e introdujeron en dos mochilas ropa, joyas, relojes, aparatos electrónicos y 225 euros en efectivo. Cuando ya se habían apoderado de todos los objetos de valor, le quitaron al hombre su tarjeta de crédito y le obligaron a que les diera el número de identificación para extraer dinero del cajero. Los condenados retiraron del cajero 270 euros.

La víctima permaneció seis horas maniatada. Los ladrones cortaron los cables del teléfono, le quitaron las llaves del domicilio y cerraron por fuera para que no pudiera pedir ayuda. El denunciante pudo desatarse y logró salir de su casa porque tenía otra copia de las llaves. La policía detuvo a los dos ladrones a las 16.20 horas del mismo día.