A su edad, Liliana Meise, ya exhibe cicatrices de su peligroso oficio. Aprende el arte de la doma de la mano de su madre y dueña del Circo Arlequín, Esther Moreno. El martes, esta joven domadora, de 18 años de edad, sufrió su primer ataque. En plena función, en la primera sesión del Circo Arlequín en Benifaió, el tigre más joven de los tres que participaban en el espectáculo se abalanzó sobre su hombro derecho e hizo presa en él ante la estupefacta mirada de los espectadores. El tigre es un cachorro de 120 kilos de peso. «Tiene once meses, es un animal muy joven que está aún en fase de educación», explica Liliana, que ayer a media tarde fue trasladada a una habitación tras las curas recibidas en el servicio de urgencias. «Saltó por detrás y me mordió. No es de gravedad, pero tiene su importancia», comenta la joven.

«Nunca antes se había producido un incidente con los tigres en el circo», aseguraron ayer varios trabajadores del negocio a Levante-EMV. Tampoco Liliana recuerda que su madre le haya contado que haya sufrido ningún percance. «Igual me lo ha ocultado», indica.

Un cachorro aún en fase de educación

El tigre que atacó el martes a Liliana Meise procede de Bélgica y se llama «Chip». Las domadoras, madre e hija, trabajan con él desde los tres meses, cuando llegó al Circo Arlequín, y «está aún en fase de educación». Es, junto a otros dos tigres de 16 y 8 años (padre e hijo), la atracción principal del circo, que exhibe la cabeza de un tigre en el logo de la empresa. «Ésos —dice Liliana en referencia a los adultos— ya conocen a la familia y nunca nos han atacado.» Como destacaron ayer trabajadores del circo a este periódico, es la primera vez que este negocio registra un incidente con las fieras, que, no obstante, seguirán apareciendo en el espectáculo. t. j. benifaió

Fue su madre, Esther Moreno, quien «con la ayuda del látigo y a voces y golpes» logró separar al tigre de su hija, relata la joven. «No sabemos qué se le pasó por la cabeza al animal. Era como si quisiera jugar. La abrazó y la tiró a tierra», dicen los trabajadores. Tras las primeras curas en el centro de salud de Benifaió, la joven fue trasladada al Hospital Universitario de la Ribera, donde se recupera de las heridas que han sido suturadas con grapas. Según Moreno, «en poco más de 24 horas le darán el alta». Sin embargo, la joven ayer por la tarde aún no sabía cuándo podría reincorporarse al espectáculo. «Cuando esté mejor del brazo. Sigo con la rehabilitación. No me han dicho nada todavía del alta», señaló.

De gira por la Ribera

El accidente obligó el martes a suspender la función, aseguró la joven. Pero ayer el circo alzó el telón un día más y Esther Moreno reapareció en la arena, aunque sin su hija. La madre «está un poco afectada», asegura Liliana. «Pero tiene que salir a trabajar», añade. Ella dice muy segura que no ha cogido miedo a las fieras y que volverá a encerrarse con ellas en la jaula «en cuanto pueda».

El Circo Arlequín prosigue su gira por los pueblos valencianos. Tras desmontar anoche la carpa en Benifaió, mañana estarán durante un par de días en Alberic.

Un cachorro aún en fase de educación

El tigre que atacó el martes a Liliana Meise procede de Bélgica y se llama «Chip». Las domadoras, madre e hija, trabajan con él desde los tres meses, cuando llegó al Circo Arlequín, y «está aún en fase de educación». Es, junto a otros dos tigres de 16 y 8 años (padre e hijo), la atracción principal del circo, que exhibe la cabeza de un tigre en el logo de la empresa. «Ésos —dice Liliana en referencia a los adultos— ya conocen a la familia y nunca nos han atacado.» Como destacaron ayer trabajadores del circo a este periódico, es la primera vez que este negocio registra un incidente con las fieras, que, no obstante, seguirán apareciendo en el espectáculo. t. j. benifaió