Siete muertes violentas en poco más de 43 años en el reducido espacio de un edificio de siete pisos. A razón de una cada seis años y pico. Una por planta. Parece el argumento de una película de terror, pero es la historia real, el estigma, que persigue al edificio que ocupa el número 1 de la calle Tres Forques de Valencia. Antaño fue calle Cuenca.

Los vecinos más veteranos del barrio y del edificio recuerdan que la finca, construida en 1957 y dotada de catorce viviendas, a dos por planta, fue comprada casi entera por la que fue durante años dueña del mítico Mogambo Club de Valencia, Mercedes Viana. Llevaba años obteniendo jugosos beneficios de su sala de variedades, la más visitada de la ciudad, y decidió invertir en comprar 11 de los 14 pisos. Allí alojaba a sus vedettes y cupletistas. Una de ellas, Gracia Imperio, «estrenó» la negra lista de muertes violentas.

Fue el 1 de noviembre de 1968. Dos días más tarde estrenaba espectáculo en el Mogambo. Esa noche cenó con su sastre y con su antiguo novio, con el que había roto dos años antes y que seguía persiguiéndola en busca de su amor. El modisto los dejó solos. A la mañana siguiente, hallaron los cadáveres de ambos en la habitación de Gracia, de 35 años. Las espitas del gas estaban abiertas y nunca se supo si fue un crimen o un accidente. Este año se estrena, precisamente, la cinta del catalán Francesc Beltriu, bajo el título El día que murió Gracia Imperio que repasa esos hechos.

El siguiente en morir fue un argentino que residía en el cuarto piso, desde el que se arrojó a la calle. Años más tarde, fueron dos hermanos de corta edad. Jugaban saltando sobre la cama y la niña salió despedido por la ventana. Su hermano trató de agarrarla y ambos acabaron cayendo al vacío.

El sexto fallecimiento fue el suicidio del cuñado de Mercedes Viana, que a esas alturas ya había vendido buena parte de los pisos ante el cierre del Mogambo. En la madrugada de ayer, la joven sudamericana se convirtió en la séptima víctima.