Un maltratador aceptó ayer cumplir una pena de tres años de prisión por agredir y retener durante una noche a su exnovia en un hostal de Cullera. El acusado tenía en vigor una orden de alejamiento que le impedía acercarse a menos de un kilómetro de su excompañera sentimental. El imputado llevaba una pulsera de localización permanente.

Los hechos ocurrieron el 27 de enero de 2011. El juzgado de Instrucción número 4 de Sueca había dictado la orden de alejamiento un mes antes y había ordenado que se le colocara el dispositivo de localización para proteger a la víctima. A pesar de ello, el maltratador abordó a su víctima en Cullera y la obligó a acompañarle hasta un hostal.

El acusado retuvo a la mujer y le profirió insultos como que era "una puta, una perra y que la pulsera que llevaba iba a pagarla ella". El procesado la golpeó por todo el cuerpo y la dejó libre por la mañana. La víctima tuvo que llevar un collar ortopédico durante unos días como consecuencia de la agresión. El maltratador admitió ayer los hechos y la sentencia es firme.