El paso de la tormenta tropical "Isaac" durante el fin de semana por varios países del Caribe se cobró la vida de ocho personas y provocó el desplazamiento de casi 50.000 personas.

Las primeras víctimas de las lluvia y el viento fue Haití, donde se produjeron seis de las ocho muertes, según un balance ofrecido por la Dirección de Protección Civil del país. Además, un total de 14.375 personas fueron evacuadas en seis de los diez departamentos y de ellas 1.361 tuvieron que ser trasladadas a refugios. El país que no se ha recuperado todavía de los catastróficos terremotos de 2010 ha sufrido la furia de " Isaac", que ha causado también daños considerables en viviendas y en zonas agrícolas, según las autoridades haitianas.

De hecho algunos campamentos de refugiados de los seísmos se vinieron abajo. Los fuertes vientos provocados por la tormenta levantaron los techos de numerosas viviendas en varios departamentos y los puentes sobre el río Grise en la periferia de Puerto Príncipe se encontraban vigilados por las autoridades, mientras que el puente del río Grand Goave fue arrastrado.

"Isaac" se desplazó a continuación hasta La Habana, en el noroeste de Cuba, que sufrió fuertes vientos y lluvias intermitentes por los coletazos de la tormenta , si bien no hubo que lamentar víctimas. Eso sí, los medios oficiales informaron de que en la provincia oriental de Holguín, por donde salió "Isaac", 20.312 personas abandonaron sus hogares para alojarse con familiares y centenares de personas tuvieron que refugiarse en albergues.

Muchos de los evacuados eran turistas que tuvieron que interrumpir antes de tiempo sus vacaciones de verano para regresar a sus hogares desde los balnearios costeros. En la república Dominicana al menos dos personas murieron ahogadas y hasta 12.889 se vieron obligadas a desplazarse.

Al cierre de esta edición estaba previsto que el fenómeno meteorológico tendiera a fortalecerse camino de los cayos de Florida y se temía que se adentrara en el Golfo de México en forma de huracán. Esta situación ha puesto en alerta a gran parte de la costa sur de EE UU, incluida Nueva Orleans.