Ofrecía una misma vivienda a decenas de clientes, les cobraba la señal del contrato de arrendamiento por adelantado y cuando éstos iban con sus nuevas llaves a los pisos que supuestamente habían alquilado descubrían que ya había inquilinos o que incluso el citado inmueble nunca había estado en alquiler. Así actuaba el gestor de una inmobiliaria de Valencia, quien aceptó ayer una pena de dos años de prisión por un delito de estafa. El acusado reconoció haber engañado a 34 personas y deberá devolver los 55.075 euros que les estafó.

El juicio por estos hechos se celebró ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, donde acudieron como testigos un gran número de afectados. No obstante, no fue necesario que éstos declararan ya que el Ministerio Fiscal y la defensa del acusado llegaron a un acuerdo de conformidad por el que el acusado reconoce los hechos a cambio de una reducción de la pena. De hecho, de los seis años de prisión iniciales que le pedía el fiscal, finalmente sólo deberá cumplir dos. Eso sí, el acusado tendrá que devolver hasta el último euro a los estafados, la mayor parte de ellos inmigrantes con pocos recursos económicos.

Antonio O. B. R. logró defraudar un total de 55.075 euros a 34 clientes distintos con falsos alquileres. A través de la inmobiliaria "Bañuls y Navarro", el acusado ofrecía pisos supuestamente en alquiler solicitando por adelantado cantidades que rondaban entre los 400 y los 1.425 euros. Asimismo, a uno de los afectados le estafó hasta 18.000 euros después de que le hiciera entrega de una reserva para la compra de un piso en la calle Acacias de Valencia. Posteriormente los estafados comprobaban que los pisos por los que habían pagado ya estaban alquilados o que sus dueños ni siquiera tenían intención de alquilarlos.

"Nos entregaba las llaves del mismo piso a todos y luego cuando lo llamábamos para pedirle explicaciones no cogía el teléfono", criticó una de las afectadas. Había algunas viviendas, como la situada en la calle Maestro Sosa de Valencia que había llegado a alquilar hasta a cinco familias distintas sin que éstas se percataran de ello hasta que ya era demasiado tarde.

Los hechos se cometieron entre noviembre de 2008 y febrero de 2010, tiempo durante el cual el acusado logró apoderarse de forma fraudulenta de 55.075 euros. En un primer momento se imputo a otras dos personas pero el juzgado acordó el sobreseimiento provisional contra ambos.

El acusado deberá cumplir los dos años de prisión al tener antecedentes penales, así como pagar una multa y devolver el dinero.