Dos personas resultaron heridas el sábado en la urbanización de Masías, en Moncada, tras un tiroteo entre los vecinos de un chalet y los ocupantes de un coche. Según ha podido saber Levante-EMV los hechos ocurrieron sobre las 20.30 horas de la tarde, en la calle 143 de Masías, a las puertas de una vivienda, en la que ayer se podían ver las marcas de los perdigones.

Según las informaciones recabadas por este diario todo apunta a que podría tratarse de un ajuste de cuentas por drogas, si bien este diario no pudo confirmarlo oficialmente. Los miembros de la Guardia Civil y la policía estuvieron trabajando durante toda la noche del sábado y la mañana del domingo en la citada vivienda, de la que sacaron varias bolsas de basuras llenas de marihuana. A las puertas de la casa ayer quedaban restos de hojas en el suelo.

Disparos en la calle

Al parecer, en el chalet viven un padre y su hijo. Los testigos de lo sucedido y algunos vecinos explicaban que se produjo el tiroteo cuando hasta la puerta de la casa llegó un coche con varios ocupantes que estaban armados y se produjo, según fuentes vecinales, un intercambio de disparos con los dueños de la vivienda.

Los testimonios señalan que uno de los heridos es el joven que vive en la vivienda, el cuál fue trasladado por su padre hasta el ambulatorio de Moncada para que fuera atendido. Se desconoce la identidad del otro herido, si estaba en la vivienda o era uno de los ocupantes del coche.

Al menos uno de los alcanzados por los perdigones fue ingresado en el Hospital La Fe de Valencia. En la calle quedaron cerca de ocho casquillos de escopeta.

Ayer en Masías se comentaba que los ocupantes se habían dado a la fuga, y al cierre de esta edición fuentes de toda solvencia confirmaban que no se había realizado ninguna detención.

Algunos vecinos explicaban que los dueños de la casa nunca había dado problemas. En la vivienda no había ayer nadie, a cuyas puertas peregrinaban ayer muchas personas de Masías llenos de curiosidad. En los bares y calles cercanas era tema de conversación común. Durante la tarde del sábado la calle quedó acordonada mientras los agentes de seguridad recababan pruebas para la investigación que sigue su curso para esclarecer el suceso.