El fiscal pide un total de 36 años para dos hombres portadores del VIH por, presuntamente, haber agredido sexualmente a un menor de 17 al que habían emborrachado para anular su resistencia, y quien finalmente no resultó infectado del virus.

Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, los hechos ocurrieron probablemente en la noche del viernes 7 de marzo de 2008 después de que la víctima, británico, entrara al pub de Calp donde trabajaban los dos procesados, los ingleses Andreu Paul W. y Warren H., entonces de 34 y 31 años, respectivamente, y que eran pareja sentimental.

Se da la circunstancia de que estos dos regresaron a su país en secreto tras los hechos aunque fueron extraditados del Reino Unido a España el 26 de mayo de 2009 para estar en prisión provisional hasta noviembre, cuando quedaron en libertad bajo fianza.

Durante la noche de autos, los procesados y la víctima, junto a otras personas, se marcharon a otro pub tras el cierre del primer local, donde la pareja convenció al menor para que les acompañara a su apartamento en Calp.

Una vez solos en la vivienda, le ofrecieron vodka en gran cantidad "con la única intención de privarle de su capacidad cognitiva, volitiva y de resistencia" hasta que el joven perdió parcialmente el sentido y cayó al suelo.

Lo durmieron con una sustancia

El fiscal considera que los procesados trasladaron al joven al dormitorio, lo tumbaron en la cama y lo desnudaron de cintura para abajo para, a continuación, hacerle esnifar una sustancia no determinada.

Inmediatamente después, el ministerio público afirma que uno de los acusados se tumbó junto al menor y le penetró analmente mientras que el otro esperaba, y a continuación invirtieron los papeles para proceder del mismo modo.

A la mañana siguiente, el menor de 17 años recuperó la conciencia y abandonó el domicilio por su propio pie aunque no denunció hasta el 2 de abril, cuando se presentó en el cuartel de la Guardia Civil de la localidad asistido por su padrastro y un abogado.

Pese a esta agresión sexual, el menor no resultó infectado por el virus del VIH pero sí le ha quedado un "trastorno por estrés postraumático crónico". El fiscal pide para cada uno de los dos acusados diez años de prisión por un presunto abuso sexual y ocho más por la cooperación necesaria en la agresión perpetrada por el otro. El juicio comenzará el próximo martes en la Audiencia de Alicante.