Un funcionario de la prisión de Picassent aceptó ayer un año de prisión y otros tres de inhabilitación por cobrar a un preso por ayudarle a mejor su situación penitenciaria. La fiscal del caso pedía inicialmente una condena de un año y medio de cárcel, pero aceptó rebajar la condena a cambio de su admisión de los hechos.

El acusado desempeñaba desde enero de 2010 el cargo de responsable de vigilancia interior del módulo cinco de Picassent. El recluso se encontraba en ese módulo tras ser trasladado desde otro de la prisión por un informe emitido por los subdirectores de tratamiento y seguridad, y el educador por inadaptación al departamento.

Varios internos del módulo convencieron a la víctima de que para conseguir el tercer grado o incluso su libertad debía hablar con el acusado. El procesado convenció al recluso de que por tres mil euros podía lograr podía lograr que obtuviera permisos e incluso conseguir su libertad.

El acusado le pidió seiscientos euros como adelanto para ir moviendo papeles. La pareja del preso entregó al funcionario de prisión trescientos euros. El procesado le reclamó después a la mujer otros seiscientos euros asegurándole que podría ahorrarle dos años de cárcel al preso. Poco después, el procesado fue arrestado. El funcionario no llegó a realizar ningún informe favorable al reo.