Uno de los acusados por el crimen de Pego admite haber matado a un amigo por 60 €

Sólo de uno de los tres acusados de matar a un compañero de copas en Pego para quitarle 60 euros admitió ayer el crimen y alegó que no sabía por qué lo hizo. Los otros dos implicados negaron haber intervenido en el asesinato y aseguraron que hasta trataron de impedir que su amigo matara a la víctima, pero que éste se había enfadado con él porque no quiso pagarle la entrada de la discoteca. La Fiscalía les acusa a los tres de los delitos de asesinato, robo con violencia y daños y pide 24 años de cárcel para dos de los acusados y 22 para el tercero.

El crimen ocurrió en Pego la noche del 30 de abril de 2009 cuando la víctima y sus tres presuntos agresores se encontraban de copas. La Fiscalía sostiene que los tres se pusieron de acuerdo para drogarle cuando la víctima se negó a seguir invitándoles y le pusieron un trankimazin en la bebida. Mientras estaba adormilado, lo llevaron a un descampado y en el suelo comenzaron a golpearle. Después le pasaron con el coche por encima y le remataron estrangulándole con un cinturón. A continuación se repartieron el dinero, pegaron fuego al coche y se marcharon a una discoteca a seguir la fiesta.

El único acusado que admitió el crimen, Juan S. O., negó que existiera un plan previo para matarlo. "Cuando me di cuenta, había pasado todo", dijo al tribunal y manifestó que esa noche había tomado mucho alcohol y cocaína. Otro de los acusados, Sebastián V. R., empezó diciendo que admitía las acusaciones, pero durante su declaración se desdijo y negó haber intervenido ni en el crimen, ni en el robo, ni el incendio del coche. "Traté de evitar que Juan le atropellara pero casi me atropella a mi. No puedo parar un coche en marcha. No soy Superman", aseveró. El tercer acusado, Joaquín M. S., sería la persona que presuntamente puso las pastillas en la cerveza de la víctima para drogarle.